Inicio: Puerto de la Morcuera
Final: Puerto de la Morcuera
Tiempo: 2 a 3 horas
Distancia: 6,7 Km
Desnivel [+]: 370 m
Desnivel [--]: 370 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas y agua: No
Dificultad: Media
Pozas y agua: No
Ciclable: No
Valoración: 5
Participantes: 53
MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta
* Mapas de localización y 3D de la ruta
PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta
TRACK
PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
RUTA EN WIKILOC
RESUMEN
Como cada año, y van ya seis seguidos, hacemos una ruta para ver la luna llena un poco más cerca. En esta ocasión con el aliciente añadido de que coincidía con su eclipse total de casi cuatro horas de duración de principio a fin, el más largo previsto en todo el siglo XXI. Esto y las buenas previsiones de tiempo elevaron nuestras expectativas de vivir una noche muy especial.
En el puerto de la Morcuera nos fuimos reuniendo los 53 participantes, para algunos era la primera vez que caminaban con el grupo, efecto de lo atractivo de la convocatoria y el hecho de ser viernes por la tarde.
Lo que no habíamos tenido en cuenta era que precisamente por ser viernes y final de junio, las carreteras estarían muy concurridas por la operación salida de vacaciones, lo que hizo que muchos llegaran tarde a la cita.
Con casi media hora de retraso por lo comentado, iniciamos el ascenso a la Najarra, la primera, o última, según se mire, de las montañas que componen la Cuerda Larga. Por las escaleras que parten del minirefugio construido no hace mucho al final del aparcamiento, comenzamos a caminar en dirección al puerto. Nada más alcanzarlo, pasamos entre una valla de madera y seguimos la senda del PR-11, en dirección noroeste hacia el collado de la Najarra.
Con casi media hora de retraso por lo comentado, iniciamos el ascenso a la Najarra, la primera, o última, según se mire, de las montañas que componen la Cuerda Larga. Por las escaleras que parten del minirefugio construido no hace mucho al final del aparcamiento, comenzamos a caminar en dirección al puerto. Nada más alcanzarlo, pasamos entre una valla de madera y seguimos la senda del PR-11, en dirección noroeste hacia el collado de la Najarra.
La hilera se alargó conforme las primeras cuestas aparecieron. Caminamos mientras divisábamos la Najarra, a nuestra izquierda, y el valle del Lozoya , a nuestra derecha.
Al poco, alcanzamos el arroyo de la Najarra, sin agua, que cruzamos bordeando una ruinosa construcción, los restos de por donde estaba previsto que fuera el trazado de una carretera que debía de unir el puerto de Morcuera con el puerto de Cotos, proyecto que planeaba transcurrir por las laderas de la Cuerda Larga.
Afortunadamente, este proyecto quedó abandonado y hoy podemos disfrutar de la belleza de este hermoso paisaje sin el deterioro que hubiese supuesto su finalización.
Seguimos ascendiendo, parando en unas rocas para reagruparnos y dar algo de tiempo para que los más rezagados nos alcanzaran. Proseguimos hasta alcanzar el collado de la Najarra, con unas impresionantes vistas del embalse de Santillana y su entorno, el Hueco de San Blas y media Pedriza. Junto a un crestón rocoso una pareja nos hizo la foto de grupo, en la que faltaron los que aún no habían llegado.
Tras el breve descanso, en el que no faltaron unas cabras monteses corriendo para nuestra sorpresa ante nuestros ojos. Con celeridad nos pusimos de nuevo en marcha, para así poder contemplar a tiempo la puesta de sol desde la Najarra.
Buscamos un sendero que continua por la izquierda que tras un inclinado y pedregoso ascenso nos conduce hacia el refugio de la Najarra.
Ascendemos con fuerte pendiente en dirección sureste, con alguna que otra parada para fotos con incomparables fondos, hasta alcanzar el refugio de la Najarra, que se está derruyendo poco a poco sin que a nadie parezca importarle.
Seguimos en dirección este por una senda ahora bien marcada y con una pendiente mucho más suavizada hasta llegar a una zona rocosa coronada con un vértice geodésico que nos marca la cima de la Najarra y el punto de mayor altitud de la ruta, 2.120 metros.
Ascendemos con fuerte pendiente en dirección sureste, con alguna que otra parada para fotos con incomparables fondos, hasta alcanzar el refugio de la Najarra, que se está derruyendo poco a poco sin que a nadie parezca importarle.
Seguimos en dirección este por una senda ahora bien marcada y con una pendiente mucho más suavizada hasta llegar a una zona rocosa coronada con un vértice geodésico que nos marca la cima de la Najarra y el punto de mayor altitud de la ruta, 2.120 metros.
La puesta de sol fue impresionante, la lenta agonía del sol ocultándose por Peñalara dio para muchas fotos. Esperábamos ver la luna, que salió al mismo tiempo que se ocultaba el sol, pero las nubes bajas nos impidieron contemplarlo. Mientras esperábamos que rebasase las nubes y pudiéramos contemplarla, dimos cuenta de los bocadillos y otros víveres que habíamos llevado.
Y tras la larga espera, por fin la luna de sangre nos mostró toda su belleza. El color rojizo se debe a la dispersión de Rayleight.
Y tras la larga espera, por fin la luna de sangre nos mostró toda su belleza. El color rojizo se debe a la dispersión de Rayleight.
La luz solar se refracta al atravesar la atmósfera terrestre, lo que provoca que el cielo sea de color azul y que los atardeceres sean rojizos. Pero, además, esta dispersión permite que parte de la luz solar (aquella correspondiente al color rojo), alcance la luna y que su superficie se tiña rojo y de ahí el nombre de Luna de Sangre.
Esperamos a que el eclipse se desplazara y comenzáramos a ver la luna de nuevo blanca. Fue la señal para iniciar el descenso, que con tan poca luz nos obligó a usar frontales y linternas. En dirección norte, descendemos por un sendero entre piornos, pegados a una valla, atravesando algún tramo rocoso.
Las luces y la luna, cada vez con mayor zona iluminada, dieron un aspecto mágico a esta noche que ninguno de los participantes olvidaremos y que por unanimidad calificaron a eta ruta con un rotundo 5, el máximo posible.
Por mi parte califico a los asistentes con igual nota, por su colaboración y ayuda que me prestaron para hacer fácil ejercer de guía.
Paco Nieto
Todo salió de
película aunque con un poco de tensión al principio porque la luna se
hacía la perezosa y algunos empezaron a preguntar a Paco ¿"dónde está la
luna"?, "esto es el timoluna!" etc... pero pronto apareció la
luna y su fiel escudero Marte y todos fueron vítores al organizador👏.
Emocionante fue ver la luna totalmente roja, también llamada "luna de sangre" y como, poco a poco, iba perdiendo ese color para volverse totalmente blanca (Confirmación de que la luna es del Real Madrid😁).
Y espectacular fue la bajada en fila india hacia el aparcamiento del puerto de la Morcuera como una "procesión" de luces con, de fondo, la luna teñiendose poco a poco de blanco (El proceso tardó más de hora y media!).
Hubo también una bonita puesta de sol pero anoche, la luna era la gran protagonista.
Emocionante fue ver la luna totalmente roja, también llamada "luna de sangre" y como, poco a poco, iba perdiendo ese color para volverse totalmente blanca (Confirmación de que la luna es del Real Madrid😁).
Y espectacular fue la bajada en fila india hacia el aparcamiento del puerto de la Morcuera como una "procesión" de luces con, de fondo, la luna teñiendose poco a poco de blanco (El proceso tardó más de hora y media!).
Hubo también una bonita puesta de sol pero anoche, la luna era la gran protagonista.
Una marcha
memorable a añadir a la ya larga historia del GMSMA.
De nuevo muchas gracias a Paco por la organización y perfecta ejecución de la excursión, sabemos que detrás del éxito hay mucho trabajo. ¡Y no perdió a nadie!👏
Antolín
FOTO REPORTAJES
De nuevo muchas gracias a Paco por la organización y perfecta ejecución de la excursión, sabemos que detrás del éxito hay mucho trabajo. ¡Y no perdió a nadie!👏
Antolín
FOTO REPORTAJES
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