miércoles, 1 de agosto de 2018

Excursión 416: Montes de Valsaín


FICHA TÉCNICA
Inicio: Puente de la Cantina
Final: 
Puente de la Cantina
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia:  15,4 Km
Desnivel [+]: 670 m
Desnivel [--]: 670 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas y agua: No/Sí
Ciclable: No
Valoración: 4
Participantes: 7

MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta
















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta













TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

RUTA EN WIKILOC

RESUMEN
La cita de hoy era en el aparcamiento del Puente de la Cantina, en la carretera del Puerto de Navacerrada a Valsaín. Acudimos nada más que 7 senderomagos y Ángel V. que se acercó solamente para hacernos la foto de salida.

La fuente que hay en el aparcamiento, llamada de la Canaleja, parecía haber sido remozada recientemente. Y desde ella iniciamos la ruta cruzando el puente sobre el arroyo Puerto del Paular, uno de los que conforman el río Eresma. Pasamos una portilla y nos metimos en faena.

A pesar del calor que anunciaban, de momento se andaba muy bien. A la sombra de los inmensos pinos subimos por la antigua carretera de Segovia, hoy convertida en pista forestal, marcada con señales rojas y blancas del GR-10.1. 

El olor del pinar contribuía a hacer el camino muy agradable, y sin apenas darnos cuenta, tras cruzar por puentes el arroyo del Telégrafo, el de Minguete y el de Casarás, en una hora habíamos llegado a la Fuente de la Reina, donde paramos a descansar, junto al agua fresca y clara como un espejo del estanque adyacente. Desde aquí subimos en sentido contrario a lo que indicaban las flecha del Camino de Santiago en dirección al puerto de la Fuenfría.

Llegamos así a Casa Eraso, mandada construir por Felipe II para aliviar los viajes de Madrid a Valsaín y convertida en el Convento de Casarás, en la novela de Jesús de Aragón.

En ella se supone enterrado el tesoro de los templarios. Poco queda ya en pie de la que fuera estancia real, solo la leyenda del fantasma de Hugo de Mariñac y una oxidada reja, que ha soportado unos cuatrocientos cincuenta años de nevadas y lluvias. Junto a ella hicimos la foto de grupo.

Da pena ver cómo los pinos se han adueñado del interior de lo que fuera una impresionante casona.

Volvimos sobre nuestros pasos y tras Antonio, Vito y Twitter regresamos a la fuente de la Reina, desde donde comenzamos la subida a La Camorca. Alcanzados los 1.814 metros de su cima, nos deleitamos con sus vistas impresionantes en 360º: Segovia, Matabueyes y La Atalaya, nuestros coches en el Puente de la Cantina, Bola del Mundo, Siete Picos (aunque sólo se ven 6), el Montón de Trigo, la Pinareja y la Peña del Oso (La Mujer Muerta). ¡¡ Toda una satisfacción !!

Tras el descanso, tocaba ahora la bajada. Primero lo hicimos por pista pero al poco rato ya bajábamos "a lo GMSMA". Abriéndonos paso sin senda alguna, cruzamos el arroyo del Tesoro, entre frescos y verdes helechos por una pendiente infernal.

Evitando algún obstáculo que otro encontramos por fin una pista, que realmente era un arrastradero y que tampoco era fácil de bajar.

Casi acabada la pendiente, llegamos a la fuente que hay junto a los Baños de Venus y ...!Qué sorpresa! ¡Se había caído el árbol que había junto a la poza!. Se ve que no ha podido superar las lluvia y los vientos de este invierno o esta primavera.

A pesar de que el enorme tronco casi tapaba la poza, Marcos C. se zambulló en ella. El único valiente que justificó lo de "excursión veraniega con baño".

Después de comer junto a esta emblemática poza, tocaba volver a por los coches. Descendimos el arroyo del Telégrafo hasta cruzarlo por un bonito puente de madera, alcanzando el río Eresma, que remontamos por su orilla izquierda.

Pasamos bajo una enorme roca tumbada, que evoca los muchos pasos parecidos que hay en la Pedriza, y al poco ya estábamos de nuevo en el cinematográfico puente de la Cantina.

Tras 15,4 km de excursión tomamos los coches y subimos a Venta Arias a por unas merecidas y deseadas cervecitas.

Cuatro son las sicarias que le otorgo a la ruta.
José María Pérez

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