jueves, 12 de septiembre de 2019

Excursión 483: Parque de Thingvellir. Islandia

FICHA TÉCNICA
Inicio: Pingvellir. Islandia
Final: Pingvellir. Islandia
Tiempo: 2 a 3 horas
Distancia:  9,8 Km
Desnivel [+]: 253 m
Desnivel [--]: 253 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas y agua: 
Ciclable: Sí
Valoración: 3
Participantes: 31

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta


















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

Mapa 3D (archivo kmz)

RUTA EN WIKILOC
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RESUMEN
Después de nuestro primer día de viaje a Islandia, conociendo su capital Reykiavyk, iniciamos nuestro segundo día visitando el famoso Circulo de Oro. Y nuestra primera parada a unos 45 kilómetros de la capital, se encontraba en el Parque Nacional de Thingvellir.

Entramos a Thingvellir hasta el parking, casi en la misma puerta del centro de visitantes, donde también hay servicio de restaurante y baños públicos, junto al centro de información turística.

Un gran mirador nos ofreció las mejores vistas del gran valle en el que se extiende Thingvellir y del lago más grande de Islandia, Thingvallavatn. Aquí empezamos a disparar fotos a diestro y siniestro, mientras escuchábamos a nuestra guía explicando la importancia del lugar.

El Valle de Thingvellir es la herida abierta por la que surgió de los océanos la isla de Islandia. Es la parte elevada y visible de la dorsal Atlántica que separa las placas tectónicas de Noramérica y Eurasia. De suroeste a nordeste esta línea marca la creación continua de corteza terrestre y el desplazamiento de las dos parte de Islandia que reposan en placas distintas.

Este movimiento de placas tectónicas hace que la isla crezca una media de un centímetro al año. Numerosas fracturas y crestas paralelas nos recuerdan la inconmensurabilidad de la Tierra y su fuerza, frente a la cual el ser humano parece muy poca cosa. La llanura está rodeada por montes que llegan a los 1000 metros de altura y forman una especie de muralla que bordea la planicie rota por las fallas.

Dos grupos de fallas son las más espectaculares. En primer lugar Almannagjá, al oeste de la planicie. Con una longitud de 7,7 kilómetros y una profundidad en algunas zonas de 40 metros muestra claramente la separación entre las dos placas tectónicas.

La segunda línea de fallas más importante es la de Hrafnagjá. Algo más larga (11 Km.) es un poco menos profunda, máximos de 30 metros. En este momento, nos encontramos en la placa tectónica de Norteamérica y nos encaminamos a pisar la brecha que divide dos continentes.

Un segundo aspecto es el histórico ya que en la parte oeste del parque, se encuentra la sede, más bien el lugar (el Lögberg , la roca de la ley), en mitad de las crestas y las fallas, donde se reunió durante siglos el Parlamento islandés, desde 1930, el más antiguo del que se tiene conocimiento.

El origen del Parlamento islandés aparece fechado en el Landnámabók, libro donde se relatan los primeros años de la colonización y se conocen los nombres todo los colonos, desde el año 874. Dadas las dificultades del clima y la lejanía del mundo civilizado las asambleas son muy importantes, así como la ayuda mutua.

El linaje del primer colono (Ingólfr Arnarson) se convierte en la más poderosa de la isla y favorece la creación de una asamblea general donde los intereses y las opiniones de los colonos (muy diversos ya que provenían de Noruega, Escocia e Irlanda) se pudiesen oír y coordinar, se hace evidente.

Fue allí donde en torno al 930 d.C. se fundó el Alþingi, el primer parlamento del mundo, fue allí también donde Islandia adoptó el cristianismo en el año 1000. En ese mismo lugar se declaró la independencia de la isla en 1944. Hoy el sitio pertenece al Patrimonio de Humanidad de la UNESCO y en el Parque se encuentra la residencia de verano del Presidente del país.

Desde aquí salen los diferentes senderos que se adentran en el parque. Comenzamos a caminar por un sendero que se abre paso entre las paredes de una gran falla (la falla Almannagjá) hasta llegar al Lögberg (la Roca del Rey), el que es considerado el punto mas importante del Parque Nacional por ser el lugar de creación del Parlamento islandés.

Avanzamos por un sendero que aprovecha la grieta que hizo en la falla un reciente terremoto y que en los primeros metros está elaborado con tablas de madera en el suelo que sirven para salvar un terreno muy irregular.

El paso del grupo es muy lento, ya que ademas de las continuas paradas que realiza la guía, muchos de nosotros aprovechamos para tirar más y más fotos demorando bastante la marcha.

Con mucha lentitud, por fin, llegamos al valle y atravesamos por un puente el río Oxara. Intentamos identificar algún ejemplar de la trucha ártica que entre otras especies habita el río y la laguna pero no hubo suerte.

Caminamos por la ribera del río en el sendero habilitado hasta llegar a la iglesia Thingvallakirkja, la primera iglesia de Islandia… o casi. Fue la primera iglesia erigida en territorio islandés, construida por iniciativa del rey noruego Olaf II el Santo.

Éste, tras la cristianización de país en el año 1000, envió a Islandia materiales e incluso una campana para ayudar a la construcción de la Thingvallakirkja. Sin embargo, la que podemos visitar hoy fue construida en el año 1859, ya que la anterior no resistió al paso del tiempo.

Una vez reagrupados todos, el boss sometió a votación la posibilidad de hacer una ruta por el valle aprovechando un track que él había descargado en España. Como no podía ser de otra manera hubo mayoría casi unánime a favor. El tiempo era el típico en esta isla, prácticamente siempre nublado, a ratos parecía que lloviznaba y a ratos incluso se filtraban esperanzadores rayos de sol.

En fin, que Antonio como otros de nosotros estaba cansado del ritmo cansino y puso un buen ritmo de inicio. A lo que había que sumar el compromiso con la guía para cumplir los horarios de la organización. Iniciamos la ruta por una llanura o planicie a través de senderos marcados, senderos no muy identificables e incluso pistas. De todo hubo.

Caminamos entre parajes vírgenes. Se trata de un inmenso campo de lava cubierto de abedules que ocupan la parte más importante del parque. Junto a ellos encontramos coníferas, serbales, sauces enanos y diversa vegetación leñosa. La reforestación de estas especies intenta devolver a la zona el aspecto original.

Islandia poseyó abundantes bosques que los colonizadores utilizaron para la construcción de casas, obras y barcos, así como combustible. El lento crecimiento del arbolado se debe, tanto a la dureza del clima como a la pobreza en nutrientes que presentan los suelos de procedencia volcánica. En pocos siglos los bosque de Islandia desaparecieron. Hoy se intenta recuperar el patrimonio silvícola de Islandia.

A lo largo de la excursión es preciso resaltar la existencia de grietas y fallas, muchas de ellas llenas de agua en las que dejamos testimonio fotográfico de nuestra presencia. Poco a poco nos fuimos dirigiendo al final de la ruta que no era otro que la hermosa cascada Öxarárfoss en el flanco izquierdo de la falla Almannagjá, que no destaca por su altura o tamaño (unos 20 metros de altura).

Aun así, su ubicación y el contraste de su cristalino salto de agua con las numerosas rocas negras de la base hacen de ella una de las visitas imprescindibles en el Parque Nacional de Thingvellir.

Una profunda sima donde el río se lanza creando una fumarola de vapor de agua, que si no tienes cuidado te puede dar una ducha fría. Una vez realizamos las obligatorias fotos de rigor, nos dirigimos al autobús dando por terminada nuestra visita al parque.

Aunque el paisaje es muy bello y la simbología del lugar es inigualable, visto en perspectiva, después de ver y disfrutar el resto de lugares y paisajes que visitamos posteriormente, a mi modo de ver, le doy tres sicarias pues hay que dejar espacio para una nota superior a los lugares que conocimos y anduvimos posteriormente.
Javier Miguel

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