miércoles, 11 de septiembre de 2019

Excursión 482: Puerto de Cotos - Puente de la Angostura y vuelta

FICHA TÉCNICA
Inicio: Puerto de Cotos
Final: Puerto de Cotos
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 16,7 Km
Desnivel [+]: 601 m
Desnivel [--]: 601 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas/Agua: Sí/Sí
Ciclable: En parte
Valoración: 4,5
Participantes: 23

MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta

















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta
















TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
* Mapa 3D (archivo kmz)

RUTA EN WIKILOC
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RESUMEN
Esta ruta, elaborada por nuestro compañero y amigo Antonio Banegas,  la teníamos catalogada como “ruta veraniega” porque iba paralela al río de la Angostura y casi toda por zona sombreada, pero cuando llegamos al aparcamiento del puerto de Cotos a eso de las 10 de la mañana, más parecía una ruta invernal. Frío y una niebla que costaba creer que todavía estuviéramos en verano.

La temperatura rondaba los 4ºC. Éramos esta vez 23 senderomagos, cifra no muy alta debido a que parte del grupo se encontraba viajando por otros lugares: Islandia, Canadá y Holanda, ¡Senderemagos por el Mundo!

Empezamos la ruta con 20 minutos de retraso por culpa de la niebla que había hecho que uno de los participantes se retrasara un poco. Nos dirigimos por la carretera que sube a Valdesquí, coincidiendo con la Ruta Verde 1 (RV1) hasta el refugio del Pingarrón, que lo encontramos cerrado.

Seguimos por la RV1 para desviarnos al poco rato para acercarnos a la Poza de Sócrates que con su cascadita siempre es bonita de ver. El nombre de Poza de Sócrates no se debe al célebre filósofo griego, maestro de Platón, sino por un jugador que fue del Atlético de Madrid: Sócrates Quintana que además fue también miembro del Club Alpino Español, deportista y pintor consumado, por el año 1914.

Volvimos por nuestros pasos y cruzamos el puente sobre el arroyo de las Guarramillas y después el de las Cerradillas hasta llegar a un lugar algo despejado donde comimos el bocadillo (lo que llamamos “la hora del Ángelus”). Seguimos hasta el puente de los Hoyones, sobre el arroyo de la Angostura, pero no lo cruzamos sino que fuimos por una bonita senda que discurría por el margen derecho del río, abandonando el trazado de la RV1.

La niebla ya hacia un buen rato que había desaparecido y se había quedado un día espléndido, con una temperatura muy agradable, no para bañarse en las preciosas pozas por las que pasamos, pero sí para andar por las sombreadas sendas.

Al cabo de unos 8 km. desde el inicio, llegamos a una poza muy próxima ya al puente de la Angostura, donde José María, hizo la consiguiente foto del grupo. Y allí nos pusimos a comer nuestro sabroso bocadillo montañero. Como siempre, compartiendo las viandas que traíamos entre todos. Acabadas éstas y continuando la marcha, llegamos al puente de la Angostura, donde nos hicimos las pertinentes fotos. Éste es el punto más alejado del recorrido.

Ahora tocaba volver subiendo todo el camino de vuelta por una pista forestal en suave ascenso hasta conectar después de 3,5 km con la Ruta Verde RV9. Tomamos ésta con una subida más empinada y cruzamos la carretera que une Cotos con Rascafría, por cierto, recién asfaltada y pintada.

No sé si sería por que íbamos a pasar nosotros o quizá, porque al día siguiente pasaba la Vuelta Ciclista a España.

De cualquier manera la cruzamos y seguimos subiendo hasta llegar a la pradera que en invierno se utiliza para practicar esquí de fondo. Unos metros más allá llegamos al aparcamiento donde están los coches. Por último las cañas que no podían faltar en Venta Marcelino.

Damos la bienvenida a Belén en su primera excursión con el grupo, esperando que se lo haya pasado bien y que repita.

Por lo bonita y lo bien que lo hemos pasado, esta ruta se merece un 4,5 sobre 5.
Joaquín Pérez


Amaneció la mañana
con niebla y frío de invierno;
nuestro encuentro fue fraterno
en esta zona serrana,
con el grupo bien mermado
por los que fueron a Islandia,
aunque quizá Disneylandia
menos les habría cansado.

Empezamos la excursión
con un poco de demora,
casi fue una media hora
y tuvo una explicación:
Entre atascos y accidentes,
la nueva senderomaga
¡Que no viene y se rezaga!
teniéndonos impacientes;
y es que es de mala presencia
que en tu primera excursión
demores al pelotón,
lo digo por experiencia.

Al comenzar la andadura
con tanto espacio sombrío,
no sabíamos si el frío
sería nuestra tortura,
mas la mañana invernal
tras empezar a bajar
se habría de transformar
en una tarde estival.

De Cotos a la Angostura
con solo seguir el río
difícil el extravío
supondría esta aventura
de bajada sin dilemas,
siguiendo la margen diestra
y subir por la siniestra
sin asomo de problemas.

Nada más salir del puerto
llegamos al Pingarrón,
un refugio de excepción,
aunque no estuviera abierto,
y enseguida una gran poza,
primera de un gran rosario,
un extenso balneario
en que la gente retoza
desde el Cotos al Paular
pasando por la estrechura
bien llamada la Angostura

¡Un SPA bien singular!
Conseguimos sin esfuerzo
llegar al punto más bajo,
¡no nos costó ni trabajo!,
y comimos el almuerzo
en poza muy conocida,
mas Paco Nieto faltó
y ninguno se atrevió
a hacer una zambullida.

Cruzamos por fin el puente
para dejar esa orilla
y emprender, cosa sencilla,
la vuelta por la de enfrente,
pero pronto reparamos
en el pérfido perfil:
de una forma muy sutil
bajamos y más bajamos
para luego concluir
de una forma puñetera,
y al final de la carrera
no dejar ya de subir,

y el grupo se fue estirando
a medida que subía
porque alguno ya sufría
mientras se iba rezagando,
mas la peña, solidaria,
tuvo mucho miramiento
haciendo a cada momento
y de forma voluntaria
la «parada del cabrón»
que consiste en esperar
para volver a arrancar
en cuanto llega el tardón.

Sin apenas desconcierto
nos vimos en la Pradera,
una zona dominguera
que está muy cerca del puerto,
y llegados al destino
nos despedimos, mas antes,
unas birras refrescantes
en la Venta Marcelino.
Paco Cantos

FOTO REPORTAJES

FOTOS

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