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PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta
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RESUMEN
Segundo día de nuestra aventura por tierras mallorquinas, el tiempo sigue inestable, pero no amenaza lluvia inminente por lo que decidimos seguir la ruta prevista para ésta nuestra segunda jornada.
Los 33 componente y dos canes nos subimos al autocar que con gran parsimonia nos lleva al inicio. Nos deja en medio de la carretera y nos dirigimos al parking para iniciar la ruta. La excursión es sencilla y tiene unas espectaculares vistas al mar, durante todo el recorrido, pero hay tres desniveles a destacar, aunque se pueden realizar sin problema si estás acostumbrado a caminar, cómo lo están los componentes de éste magnífico grupo.
Si nos ponemos de espalda a la carretera, veremos dos caminos, uno semi asfaltado a la izquierda y otro a la derecha de tierra, cogeremos el camino de la derecha y seguiremos hasta encontrarnos con la primera bifurcación que nos indicará S’Arracó, pedanía del municipio de Andratx, que se encuentra en el valle del mismo nombre, fundada en el siglo XVIII por Antoni Ferrandell y en torno a la capilla del Santo Cristo.
Con una pequeña ascensión llegamos a las casas de Ses Basses, antiguas casas de labriego que dejamos a la derecha para encontramos con una rápida y exigente pendiente hasta alcanzar un enorme hito de piedras, el punto más alto de la ruta se halla cerca del Puig de ses Basses, en la bifurcación del Cap Fabioler o Mirador de Josep Sastre, que se encuentra al filo de un acantilado de unos 450 metros de altura.
El Mirador lo constituye un balcón que tiene un pequeño borde de protección y donde tenemos unas fantásticas vistas de la isla Sa Dragonera.
Esta isla es un vestigio de una Mallorca todavía salvaje, un paisaje marítimo, cómo un fósil geológico que supone una prolongación de la Serra de Tramuntana, alberga uno de los puntos de mayor relevancia ambiental de las Baleares. Por su particular forma, parece un dragón dormido, es de una belleza espectacular y aunque el día anda un tanto nublado, nos permite vislumbrarla en su totalidad.
El segundo ascenso, es la subida al Puig de Ses Basses (491 metros, desde el punto greodésico podemos ver por un lado la referida isla de Sa Dragonera y por el otro las Islas Malgrats y el faro del Toro, que son Reserva Marina de las Islas Baleares.
El tercer desnivel es el descenso que nos encontraremos en los últimos 450 metros antes de llegar a las casas de la Trapa, que se encuentra en el Valle de Sant Josep y donde se instalaron los monjes Trapenses en 1810, anteriormente a los monjes fue utilizado por unos carboneros.
Este descenso posteriormente lo tendremos que remontar, en general el camino no es malo, en algunos tramos hay bastante piedra suelta, que es lo que impera en la sierra mallorquina.
Lo primero que visitamos es una fuente de mina que queda a la derecha del camino, según vamos descendiendo.
Es una magnífica construcción para llevar la escasa agua de la zona hasta el monasterio. Actualmente se encuentra en fase de reconstrucción.
Este Monasterio se construyó a principios del S XIX, por monjes franceses de la Orden Trapense y aunque sólo permanecieron allí 10 años, transformaron el valle para adaptarlo al cultivo del trigo, vid, verduras mediante la formación de un conjunto de bancales por sus paredes.
Después pasamos a ver el Molí de Sang, llamado así porqué lo movía una caballería, luego la era donde se trillaban los cereales y un poco más abajo el mirador de la Trapa desde el que se ven unas magníficas vistas de Sa Dragonera, la Torre de la Cala en Basset y de la propia Cala (que visitaríamos después).
Actualmente el Valle de la Trapa pertenece al GOB (Grupo Ornitológico Balear), que lo adquirió en el año 1980, junto con otras sociedades, por suscripción popular, para impedir que fuera urbanizada la zona. La reconstrucción de la antigua Trapa se realiza muy lentamente con pequeñas aportaciones y trabajo de algunos voluntarios.
Visitada la Trapa, iniciamos el camino hacia Sant Telmo pasando por el Coll de les Ánimes, collado que sirve para denominar ésta vía de acceso y que consiste en una auténtica pista forestal.
Durante el descenso podemos observar cómo la parte alta de las sierras han perdido su vegetación arbórea como consecuencia de los incendios que asolaron la zona, siendo difícil la repoblación por la naturaleza rocosa del terreno.
A pocos metros de iniciado el camino de regreso, nos encontramos un sendero, siguiendo las indicaciones llegamos a la famosa Torre de Cala en Basset, situada a 90 metros sobre el nivel del mar en la llamada punta de la Galera, construida alrededor de 1583, para vigilar las posibles incursiones de piratas y corsarios tan frecuentes en aquella época.
Desde esta Torre podemos visualizar su propia Cala, a la que accederemos por el denominado, desde hace más de 20 años, “ Pas de la Xarxa”, una bajada directa hacia la costa por un descenso de pequeños arrastraderos de piedra, que aunque no es complicado, puede parecer dificultoso para quien tenga vértigo.
Conectamos con un viejo camino empedrado que enlaza a su vez con el camino principal de bajada a Cala Basset, cala de rocas situada a varios kilómetros al noroeste de Sant Elm en Andratx. Allí hacemos nuestra parada para comer, aunque el día está nublado, la temperatura es agradable y no hay muy mala mar, lo que facilita el descanso.
Una vez recuperados, iniciamos el camino hacia el destino, adentrándonos en el pinar de regreso a San Telmo por el Camí de Tomevi.
Una vez llegados, nos espera el autocar para regresarnos al hotel y dar por concluida ésta segunda jornada senderista.
En resumen, jornada relajada y divertida, con una ruta de unos 13 km y un desnivel de más de 500 metros, no la hemos hecho circular. Vistas espectaculares a la Isla Dragonera, Torre den Basset y su Cala. Islas Malgrats y el Pantaleu, de la costa de Andratx y que bien se merece 4 estrellas.
Manela Gallego
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