miércoles, 11 de octubre de 2023

Excursión 732: Los pinares de San Rafael

FICHA TÉCNICA
Inicio: 
Fuente Nª Sª de las Nieves. San Rafael
Final: Fuente Nª Sª de las Nieves. San Rafael
Tiempo: 6 a 7 horas
Distancia: 13,9 Km 
Desnivel [+]: 723 m 
Desnivel [--]: 723 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas/Agua: No/Sí
Ciclable: No
Valoración: 4,5
Participantes: 16

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta

















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta





TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

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RESUMEN
Este miércoles habíamos quedado en los bosques de San Rafael, dentro del municipio de El Espinar. Concretamente en el pequeño aparcamiento que hay en la carretera forestal que une las localidades de San Rafael y el Espinar, junto a las fuentes de la Virgen de las Nieves y de la Yiedra.

Debido a la coincidencia en estas fechas, de dos viajes que ya llevaban meses programados, uno a la conquista de tierras al otro lado del charco, hacia la Patagonia argentina y otro por tierras más cercanas de la Ribera Sacra, que habían tenido una excelente acogida entre muchos senderomagos y sus parejas, a priori no se preveía una gran afluencia en la convocatoria semanal de este miércoles, y aún así acudimos a la misma 16 integrantes.

Con setecientas treinta y tantas excursiones a las espaladas del grupo, resulta muy complicado encontrar nuevas rutas a explorar, aun así, hoy vamos a visitar un lugar por donde le GMSMA todavía no había pasado: el peñón de Juan Plaza.

El escondido peñasco que lleva el nombre del mítico bandolero del Espinar, del cual no se sabe a ciencia cierta si verdaderamente llegó a existir o si tan solo se trata de una mera leyenda, ya que prácticamente no existe información de este personaje, ni de sus correrías y fechorías, al contrario de lo que sucede con otros de sus compañeros de profesión de esa misma época.

A este peñón se puede acceder por varios caminos, pero nosotros hemos elegido, uno que nos va a permitir seguir un bonito sendero que faldea la ladera del Peñoncillo y Cueva Valiente. Unos cuantos metros más abajo de donde se sitúa la famosa cueva donde dice la leyenda que se refugiaba este bandolero. Luego vamos a prolongar la ruta a través del Camino de las Municiones hasta el collado de las Lagunas.

Iniciamos nuestra andadura en la fuente de la Virgen de las Nieves. Esta fuente fue construida por un vecino del término, Julián Marquina (JM) en el año 2004. Cada 5 de agosto, día de la Virgen, junto a ella se celebra un tradicional concurso de tortillas.

Pasamos la puerta que queda a la izquierda de la fuente de las Nieves, y nos encaminamos en dirección al GR-88 que sube desde la carretera del puerto.

Unos cuantos metros antes de llegar al GR, tomamos a nuestra derecha un camino de empinado trazado, y sin que nos haya dado tiempo a calentar las piernas, acometemos los primeros metros en fuerte subida. Este camino es una de las vías de subida tradicional hacia el pico de Cueva Valiente, pasando por el Peñoncillo.

Poco a poco vamos ganando metros sobre la ladera de la zona llamada el Carnero. Por cierto, la fuente del Carnero que aparece en algunos mapas por encima de la fuente de Gabarreros, ya no existe, o yo no he sido capaz de localizarla en ocasiones anteriores, y por lo que he leído no he sido el único.

Mas adelante, el camino erosionado por las tormentas de los últimos meses de verano se torna en una auténtica torrentera. Para salvar la mayor parte de ésta, tomamos una pequeña trocha que asciende por su margen izquierda, aunque a veces volvemos a salir a la torrentera, sin más solución que ir salvándola cada uno como mejor puede.

En unos treinta minutos, hemos salvado ya los primeros 150 mts de desnivel. Aprovechamos que la pendiente se suaviza en un momento dado, para desviarnos a nuestra derecha hacia un pequeño roquedo, que hace las veces de improvisado mirador, para esperar y reagrupar a los que vienen más rezagados.

Desde este mirador, podemos apreciar la Peñota, Peña el Águila, Montón de Trigo, collado Tirobarra y los picos que forma la Mujer Muerta, Puerto Pasapán y toda la cuerda de la sierra del Quintanar. También se aprecia los bosques de la zona de Gudillos y el cerro de Cabeza Reina. Una vez reagrupados, aprovechamos para realizar la foto de grupo en este punto.

Tras esta breve parada, reanudamos la marcha. La pequeña tregua que nos ha dado el camino en este punto dura poco, y de nuevo su trazado vuelve a empinarse.

Aproximadamente a cota 1.610 mts, ya hemos superado casi 300 mts de desnivel, y nos encontramos por nuestra izquierda un camino que viene desde la zona de Cabeza Buey, y que cruza hacia nuestra derecha atravesando un pequeño arroyo. Sin embargo, nosotros decidimos obviar este ramal, y seguir de frente unos pocos metros más, pegados a la valla de espino, para ir a ver la fuente del Cura. Esta fuente esta escondida detrás de unos arbustos, y aunque está prevista de caño, el agua mana por debajo del mismo.

Dejamos la fuente, para cruzar, ahora sí, el pequeño arroyo, abandonando el camino de subida a Cueva Valiente, y tomar a nuestra derecha un sendero que faldea el cerro del Peñoncillo.

Pocos metros mas adelante, abandonamos de forma momentánea el sendero para descender unos 60 mts e ir al encuentro del primer objetivo del día, el Peñón de Juan Plaza. Bien parapetado detrás de los árboles, no es visible desde el sendero por el que veníamos. Unos cuantos compañeros deciden ahorrarse el camino de ida y vuelta, con la bajada y posterior subida, y se quedan esperando en el sendero.

Una vez delante de las rocas que conforman del Peñón, nos encaminamos hacia su izquierda, donde detrás de unos pequeños pinos, hay un pequeño mirador, desde el cual con fácil trepada no resulta complicado encaramarse a una de las peñas que conforman este grupo de rocas. Aprovechamos para realizar varias fotos desde la cima de éste.

Una vez finalizada la visita al Peñón, toca de nuevo ganar esos 60 mts descendidos anteriormente, hasta alcanzar de nuevo el sendero y el punto donde nuestros compañeros nos estaban esperando.

Unos cuantos metros por encima de ese punto, está situada la fuente del Caño Cuadrado, que hace honor a su nombre. La última vez que pasé por ella en el mes de agosto, todavía brotaba un pequeño hilillo de agua.

Continuamos por el cómodo sendero que prácticamente avanza sin perder ni ganar altura por la ladera de Peñoncillo, hasta que el sendero comienza a descender al encuentro del arroyo de la Gargantilla, por debajo del collado del mismo nombre, también conocido por los antiguos del lugar como Alto de la Loba.

En algunos puntos de esa bajada, nos encontramos que las motos de motocross han destrozado el camino, revolviendo grandes piedras, y encajonando el trazado de este en rodadas, que nos dificultan el avance, por lo que, aprovechando una curva a derechas, decidimos abandonar el camino y seguir de frente por una pequeña senda, para salvar el destrozo hecho en el sendero principal.

El camino por esta variante también se complica un poco, pero sin mayores dificultades en pocos minutos alcanzamos el arroyo de la Gargantilla, y cruzamos el camino de subida entre el camino del Ingeniero y el collado de Gargantilla, a la altura de una puerta metálica. En este punto nos abandona Jose María que quiere ahorrarse el ultimo tramo de subida hasta el collado de las Lagunas, y enfila la bajada hacia la senda del Ingeniero.

El resto del grupo, sin superar la puerta que dejamos a nuestra izquierda, continuamos pegados a la valla y por una trocha bien definida acometemos la pequeña subida por la falda del cerro de Arteseros, a la búsqueda del camino que viene desde el collado hacia el refugio de Arteseros.

Una vez alcanzado ese sendero, giramos a nuestra derecha. Pasamos al lado de la fuente de Lavacoñitos (la fuente número 32 de Ezequiel, que algunos llaman de la Gargantilla), que hace tiempo disponía de un pequeño caño, pero que alguien eliminó, seguramente por no estar de acuerdo con las modificaciones realizadas. Aun así, todavía a estas alturas manaba algo de agua.

Aprovechamos la parada en esta fuente, para girarnos 180 grados, hacia la cumbre de Cueva Valiente, y localizar debajo de la misma la Laja donde se ubica la cueva del mismo nombre, la cual acertamos a divisar en la distancia, en su parte inferior.

Continuamos hacia la zona de Arteseros. Antes de llegar al refugio, otros dos integrantes, Leonor y Antolín, se despiden del grupo y parten al encuentro de Jose María, bajando hacia el camino del Ingeniero.

Los otros 13 integrantes, nos vamos a visitar el viejo chozo de Arteseros, situado en una bonita pradera, bajo del cerro de Arteseros. Hace años este chozo lo reformó un grupo de Boy Scout, como indica una pequeña placa que hay colocada en la puerta, y quedó en una situación bastante aceptable, pero de nuevo y parece ser que debido a las nieves del último invierno está cediendo el techo, y en poco tiempo si algún buen samaritano no lo remedia, seguramente se desprenderá, dejando inutilizado este refugio. 

Es una pena, que ninguna institución pública, se preocupe del mantenimiento de estas instalaciones, y que algunas de ellas podemos considerar como históricas, ya en estado ruinoso como los refugios de la Naranjera, Valle de En medio, Salamanca, etc,

Cercano al chozo se encuentra la fuente del mismo nombre, a la cual nos encaminamos para refrescarnos y rellenar bidones, aunque hoy la temperatura es estupenda y no hace calor. Esta fuente fue reformada no hace mucho tiempo por vecinos de San Rafael.

Al otro lado de la pradera donde se encuentra el refugio y delante de este, se sitúa una gran roca, sobre la que creo adivinar una inscripción: Bellver 51085 (o algo similar). Jesús Bellver fue un veraneante del Espinar que construyó dos fuentes en las inmediaciones del arroyo de la Gargantilla.

La fuente con bañera J. Bellver cercana al collado de la Gargantilla y la fuente Bellver Marqués en la subida desde el arroyo hacia la cueva. Pero en este caso, desconozco el significado de esta inscripción.

Por la parte izquierda del refugio, abandonamos la pradera, y tomamos el sendero más próximo a la ladera del cerro de Arteseros, ya que nuestro objetivo es conectar con el Camino de las Municiones hacia el collado de las Lagunas. Los otros senderos que parten hacia la derecha del chozo, terminan bajando al Camino del Ingeniero.

Para poder conectar con el Camino de las Municiones, o también llamado Camino Alto del Ingeniero, debemos coger una torrentera que sale a nuestra izquierda un poco más adelante, y en apenas unos 50 mts de desnivel, alcanzamos el cómodo sendero, que de forma muy tendida va ascendiendo hacia el collado de las Lagunas.

El sendero va jalonado en tramos por verdaderos bosques de helechos que a estas alturas ya van tornando a colores ocres. Sin mayores problemas alcanzamos el collado de las Lagunas, y aprovechamos su gratificante entorno para reponer fuerzas.

Esta vez no nos acercamos a ver como estaban las lagunas, ya que supusimos que estarían secas o con muy poca agua.

Tras el breve receso, vamos a la búsqueda del sendero que baja hacia la fuente del Esportón, como de costumbre, tiene agua sea cual sea la estación en que nos encontremos.

Desde aquí ya solo nos queda enlazar con el Camino del Ingeniero. Para ello en lugar de coger por el camino tradicional, volvemos sobre nuestros pasos y elegimos un pequeño sendero que sale hacia abajo a unos pocos metros de la fuente, y por el que se bajamos de forma muy cómoda hasta alcanzar la senda del Ingeniero.

La senda del Ingeniero recorre a media ladera todo el monte de aguas vertientes a lo largo de todo el municipio de El Espinar, y fue creado por los ingenieros de Montes de la Escuela de practicas que se fundó en 1859 en San Rafael, para llevar a cabo sus prácticas de inventariado del monte.

Una vez en el mismo, seguimos su cómodo y sombrío trazado, hasta los coches, pasando cerca de la fuente de Antonio Heras, que nos acercamos a fotografiar y de la de los Cebos, ya cerca del final de la ruta y cerca de la fuente de la Yedra, por la que también pasamos.

El cómodo trazado de la parte final de la ruta, hizo que alguno se relajara más de la cuenta, y terminara retornando a los coches por la pista asfaltada, pero sin más problemas.

Aunque me cueste evaluar una ruta diseñada personalmente, le otorgo 4,5 puntos.
Carlos Revilla

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