miércoles, 10 de septiembre de 2025

Excursión 873: Navares de Enmedio y Cueva del Relaño

FICHA TÉCNICA
Inicio: Navares de Enmedio 
Final: 
Navares de Enmedio
Tiempo: 3 a 4 horas
Distancia: 12.1 Km 
Desnivel [+]: 262 m 
Desnivel [--]: 262 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas/Agua: Sí/Sí
Ciclable: Sí
Valoración: 
Participantes: 28

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta
















miércoles, 3 de septiembre de 2025

Excursión 872: Valle de la Angostura desde el Puerto de Cotos

FICHA TÉCNICA
Inicio: Puerto de Cotos
Final: 
Puerto de Cotos
Tiempo: 4 a 5 horas
Distancia: 10,8 Km 
Desnivel [+]: 385 m 
Desnivel [--]: 385 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas/Agua: Sí/Sí
Ciclable: No
Valoración: 5
Participantes: 16

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta



















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta













TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

RUTA EN WIKILOC

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RESUMEN
Si París bien vale una misa, el valle de la Angostura podríamos decir que bien vale una crónica. No sé cuántas veces he pasado por aquí pero no me canso y sé que volveré.

Empezamos la excursión en el refugio de El Pingarrón y como había llegado algo temprano, aproveché a ir por el camino marcado de la RV1/RV9 desde el aparcamiento del Puerto de Cotos, para desviarme y subir hasta el Altozano, donde hay un depósito de agua y ver si podría contemplar desde lo alto el valle que íbamos a recorrer hoy. Intento fallido pues la vegetación de pino silvestre me lo impedía. Tan solo alcancé a ver la planicie que está entre la carretera a Valdesquí y el refugio desde donde íbamos a comenzar la excursión. 

Da gusto ver a los compañeros que has dejado de ver por el verano y que se incorporan a la rutina de excursiones de los miércoles. Es como la vuelta al colegio en la que reencontrase con los compañeros era una alegría.

Desde el refugio enseguida empezamos a descender hasta el Arroyo de las Guarramillas, que viene desde lo alto de la estación de Valdesquí.

Siguiendo su curso por el lado izquierdo y en un momento dado cruzando al lado derecho, vamos pasando por puntos emblemáticos ya descritos en otras crónicas del grupo, como la Poza de Sócrates, el mirador del valle y los tejos milenarios o centenarios que custodian el pasadizo a la cascada secreta como nos gusta llamar a la Chorrera de los Tejos. Aquí aprovechamos a hacer el tentempié de las doce mientras unos repetían la visita a la cascada y otros procedían a verla por primera vez, curiosamente como Antonio.

Otros como Fernando y Gilda, nueva mascota en el grupo, esperaban ambos impacientes, uno sujetando la correa y otra la perra, ladrando como una descosida, ambos inquietos por la llegada de Rocío, invitada por Sol a la excursión y dueña de la mascota que previamente se había extraviado y obligado a unos cuantos senderomagos, a ir en su búsqueda. Rocío nos agasajó con unos exquisitos higos negros toledanos en su punto óptimo de maduración.

Reanudamos la ruta descendiendo por el camino y dejando a un lado el Arroyo de Cotos hasta encontrarnos con el Arroyo de las Cerradillas, que tras cruzarlo por un puente, nos mete en una pista que va paralela al Arroyo de la Angostura, llamado ya así tras recoger las aguas de los anteriores arroyos mencionados. 

Ya solo le queda recoger las aguas de los Arroyos del Toril y de la Laguna, estos ya por el lado izquierdo desde la zona de Peñalara, antes de su cruce con el Arroyo Aguilón aguas abajo, punto en el que pasa a llamarse Río Lozoya.

Y es que esta cantidad de arroyos con las pozas y pequeñas cascadas que se van formando, es lo que le da, junto con la frondosa vegetación, el atractivo como excursión en verano y no menos atractiva en invierno con las primeras nieves.

Llegado a un punto en que la pista cruza el río, llamado Puente de los Pontones, nos desviamos por una senda a la derecha, que es otro de los atractivos de la excursión. Se trata de una entretenida senda o senda mágica, que va junto al río unos metros más alta y que va zigzagueando subiendo y bajando por las raíces de árboles junto al rio.

Espectáculo de nuevo garantizado por las numerosas pocillas y cascadas que vas viendo y por lo entretenido de esta senda mágica, salvando pequeños obstáculos a su paso con árboles que han adoptado formas curiosas con troncos retorcidos y adaptados al terreno en su caída hacia el río y a la búsqueda de luz en la frondosidad de este tramo angosto, que honra al nombre del valle.

Así seguimos hasta el Puente de los Hoyones, que marcará nuestro punto más alejado desde el inicio de la ruta y desde donde cruzaremos el Arroyo de la Angostura e iniciaremos el regreso.

En este punto, un par de senderomagos, no atraídos por el desnivel perdido y que teníamos que recuperar, deciden continuar aguas abajo a la espera de su rescate motorizado más tarde.

La ruta de regreso sigue la Colada del Camino de las Vueltas, por pista en ascenso, que se sigue sin abandonar más adelante, un ramal en descenso hacia el rio y que de seguir, conectaría con el tramo de pista que abandonamos en la bajada para seguir por la senda mágica.

Así, hasta una nueva desviación en casi 180 grados a la derecha, que esta vez si tomamos para subir hasta la carretera de Cotos a Rascafría (M-604).

Está perfectamente indicado como RV9 o Ruta Verde 9. Realmente nuestra ruta de hoy sigue la RV9 ampliado poco más de dos kilómetros con el tramo de la senda mágica, que creo merece la pena.

Ya en el desvío hacia la carretera, la pendiente se agudiza y se empiezan a escuchar las preguntas de cuánto queda y de si va a ser todo así.

Afortunadamente el recorrido no es muy largo y, tras reagruparnos, llegados al asfalto, cruzamos la carretera y continuamos por senda también ascendente pero menos pronunciada, hasta alcanzar el Arroyo de El Toril y refugio de igual nombre, metros arriba. 

Comemos, descansamos en torno a las escasas aguas que bajan ya en esta época y seguimos por la senda que cruza en un puente el camino viejo de El Paular y deja ver ya las prometedoras planicies de pastos cercanas a el puerto, vaticinando ya el fin de la excursión.

Por lo bonito del entorno, en pleno Parque Nacional, el tiempo acompañando sin excesivo calor, la alegría de los reencuentros tras el verano con otros senderomagos y porque me coge con buen talante, le vamos a dar cinco sicarias a esta excursión, candidata a incluirse en una de las clásicas del grupo, a repetir cuando el boss lo diga incluso en invierno si superamos los miedos y planificamos bien el cruce de los arroyos, que esa estación pueden llevar mucha agua.
César R. Bachiller

jueves, 28 de agosto de 2025

Excursión 871: Mirador de los Robledos y Valle del Lozoya

FICHA TÉCNICA
Inicio: La Isla. Rascafría
Final: 
La Isla. Rascafría
Tiempo: 4 a 5 horas
Distancia: 12,8 Km 
Desnivel [+]: 205 m 
Desnivel [--]: 205 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas/Agua: Sí/Sí
Ciclable: No
Valoración: 4
Participantes: 17

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta

















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta













TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

RUTA EN WIKILOC

RUTA EN RELIVE
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RESUMEN
Agosto, aunque a finales. Calor, aunque más bien poco. Aun así: NUEVA JORNADA DE RUTA DEL AGUA. Para estar fresquitos y si es posible para que los ‘acuáticos’ nos demos un bañito. En esta ocasión, parece que la última acuática de la temporada, vamos a repetir una bonita excursión que ya hicimos el verano pasado. Será por el rio Lozoya, ese en cuyas aguas si te bañas se te pone la nariz como una …… como una….. po ….pooooo ……. ¡zanahoria! Eso eso, ‘si te bañas en el Lozoya se te pone la nariz como una zanahoria`.

Zanahorias aparte, resulta que el día salió más bien fresco, a priori frio, lo que después de las largas olas de calor de este verano, es de agradecer. Pero entonces que: ¿llevamos bañador o llevamos forro polar? En muchos casos ganó el bañador, aunque apostaría a que en alguna mochila había un forro polar o un anorak.

Nos reunimos en el aparcamiento de antiguo restaurante de Los Claveles, pegadito al de La Isla, en la M-604, cerca de Rascafría. Comenzamos a caminar rio arriba, pasamos junto al puente de La Isla, sin cruzarlo.

Por debajo pasa el arroyo de la Angostura, aunque Google Maps le denomina río Lozoya (el de la zanahoria). Realmente este nombre lo adopta tras la unión del Angostura con el Aguilón, unos km aguas abajo.

Algo más adelante llegamos a la cascada del embalse del Pradillo, siempre espectacular. En esta ocasión con menos agua que en otras temporadas.

Aprovechamos para hacer un montón de fotos. Seguimos caminado aguas arriba dejando el embalse a nuestra izquierda, en cuya cola hay varios árboles caídos. y una pequeña construcción de la presa.

Ligeramente más arriba giramos bruscamente a la derecha, alejándonos del rio y cruzamos la carretera que une el Puerto de Cotos con Rascafría (M-604), e iniciamos una cuesta.

Apenas unos metros después, cuando llevamos 1,5 km, hacemos una breve parada junto a una construcción-almacén. Paco nos cuenta (como siempre que pasamos por aquí) que allí estaba la llamada ‘Casa de la Horca’ y el motivo de este nombre. En tiempos en que esta zona era territorio segoviano y como Rascafría estaba muy lejos de Segovia, este pueblo tenía la potestad de juzgar y condenar.

Y aquí es donde ahorcaban a los condenados a muerte. Hasta aquí venían andando, cruzando el llamado Puente de Perdón. Que se llamaba así porque los presos tenían una última oportunidad de apelar su sentencia en el propio puente. Si eran perdonados, podían cruzarlo y ser liberados, pero si no, continuaban hacia la Casa de la Horca para ser ajusticiados

Este es el motivo histórico del nombre del puente. Actualmente podemos considerar un nuevo motivo para ese nombre: A los que lo cruzan andando, se les perdona la abusiva cuota que sí se aplica a los que lo cruzan un poco más adelante en coche, nada menos que 9 €, si quieres acceder a la zona de Las Presillas.

Continuamos ascendiendo un poco, vemos varias patrullas forestales, tal vez debidas al riesgo de incendios que ha habido en este agosto, con tan tristes resultados que todos conocemos. En esta zona hay muchas moras. Cato algunas y verifico que estaban en su punto. 

Pasamos junto a una lagunilla, que esta vallada, ya que es un criadero de anfibios. Y está vallada para que ¿no cojamos ranas? ¿no las asustemos? ¿no pisoteemos el entorno?

Pasamos junto a un depósito de agua e inmediatamente después, cuando llevamos 3,4 km Llegamos a la explanada totalmente despejada de árboles, en que se encuentra el Mirador de los Robledos, que da nombre a la ruta, y nos hacemos en él la foto de grupo.

Aquí también destacan una de esas señalizaciones tipo brújula en que se nos indica el nombre del monte o zona a que señala la aguja cuando la giramos. Vemos El Paular, Rascafría, Peñalara, Claveles, etc. También esta el monolito-monumento dedicado a los Agentes Forestales.

Seguimos, metiéndonos de nuevo en el bosque, y al llegar a un puente que cruza el arroyo de La Umbría, paramos para el Ángelus.

Poco después, en un nuevo giro a la derecha, alcanzamos el arroyo del Pedrosillo y seguimos por una amplia pista paralela al arroyo. Pasamos por unas cuantas casas y fincas de recreo o vacaciones. Como una con una cuadra de caballos (km 7) o la llamada Pinar de los Alemanes (km 8,4).

Esta pista desemboca en la carretera, cerca del Monasterio de El Paular. La cruzamos y retrocedemos por ella unos 100 metros, para girar a la izquierda y entrar en la zona de Las Presillas. Cruzamos el rio por un puente que, aunque no es el del Perdón, como llegamos andando, somos perdonados de la correspondiente cuota. Vemos que han instalado barreras de acceso y todo, no vaya a ser que algún coche se cuele sin ser perdonado.

Y llegamos a Las Presillas (9,5 km), esas fenomenales piscinas naturales llenadas con aguas del rio Lozoya. Sí, aquí ya sí se llama zanahoria, digo Lozoya.

Me llama la atención que no hay mucha gente, tal vez por ser miércoles, tal vez porque el día iba a ser fresquito, tal vez porque aún en agosto mucha gente esta fuera de vacaciones, tal vez por el castigo de los 9 €, o tal vez por una mezcla de todo ello.

Unos cuantos nos damos un refrescante y relajante baño, que, además de dejarnos la nariz como una zanahoria, nos deja como nuevos. ¿Qué como estaba el agua? Pues fenomenal.

Para mi gusto más caliente que fría, pero seguro que hay quien opina que estaba helada. A ver, seré raro, pero es que a mi me gusta que el agua me refresque, y no que me caliente, si esta fría pues nadas un poco y se acabó el frio. Tras el baño comemos el bocata en la terraza del bar-chiringuito que hay en Las Presillas.

Cruzamos el rio allí mismo y seguimos de nuevo aguas arriba. Un poco más adelante pasamos por la desembocadura del arroyo Aguilón siguiendo por el Angostura, que es como se llama hasta aquí, y aún vuelve a cambiar de nombre más arriba, pasando a ser  arroyo de las Guarramillas, por ser éstas donde nace.

Algo mas adelante, hacemos una paradita en una fantástica y refrescante poza, junto a un puente sobre el rio (km 10,5 de nuestra ruta). Cruzamos el puente y seguimos junto al agua, esta zona es especialmente encantadora.

Pasamos junto a una fuente, que, por algún tipo de fenómeno paranormal extraterrestre no la tenía controlada Carlos Revilla. Lleva una inscripción: Fuente del Acampado. Parece que este nombre se puso recientemente por los miembros de un campamento de Acción Católica.

Cuando llevamos casi unos 12 km nos encontramos con una antigua central eléctrica, ‘la fábrica de la luz´, como se las llamaba entonces. En su interior aun quedan resto de la maquinaria que se usaba. 

También están los restos de un caserón, la que fue en su momento la del guarda que velaba por el correcto funcionamiento de la central.

De nuevo cruzamos el rio y cuando ya casi estamos terminando (km 12,5) pasamos junto a una construcción de madera, que tiene toda la pinta de haber sido hasta no hace demasiado un bar/merendero. Una pena que ya no lo sea. Está en un sitio es muy agradable.

Y terminamos, unos 13 km. Y para cerrar la jornada vamos a tomar algo al bar de La Isla, por el que habíamos pasado al inicio de la ruta. Donde nos invita Leonor, que acaba de ser abuela. Felicidades Leonor.

No sé qué tiene este bar. Más de una vez no solemos ser bien recibidos, en esta ocasión la camarera parece cabrearse con nosotros ‘porque esta muy liada y no da abasto`. Tal vez necesite un ayudante y así tratar mejor a los clientes en vez de espantarles.

Por lo demás, bonita y refrescante ruta, la califico con 4 sicarias.
Jorge Montero