miércoles, 18 de mayo de 2022

Excursión 623: Puerto de Pasapán y Peña del Oso

FICHA TÉCNICA
Inicio: La Panera. El Espinar
Final: La Panera. El Espinar
Tiempo: 6 a 7 horas
Distancia: 17,3 Km 
Desnivel [+]: 1.102 m 
Desnivel [--]: 1.102 m
Tipo: Ida y vuelta
Dificultad: Alta
Pozas y agua: Sí
Ciclable: No
Valoración: 5
Participantes: 24

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta

















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta













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RESUMEN
Esta semana Antonio había planificado una excursión por tierras segovianas, para ascender a la Peña del Oso, uno de los picos más emblemáticos que forman el cordal de cumbres que rondan los 2.000 mts de altura y que abrazan el valle del Rio Moros, también conocida como garganta del Espinar.

El pico del Oso forma parte de la cuerda montañosa conocida como “la mujer Muerta”, que toma esta nomenclatura, por la silueta que dibuja cuando se aprecia desde la planicie segoviana, asemejándose a una mujer tumbada. Esta silueta la forman principalmente 3 picos: La Pinareja 2.197 mts – Cabeza, El Oso 2.196 mts – Pecho y el Pasapan 2.006 mts – Pies.

Como ocurre con otros topónimos de la sierra de Guadarrama, existen varias leyendas que explican el origen de este. En todas ellas se termina concluyendo que, tras el fallecimiento de una mujer, en distintas circunstancias, según la leyenda que tomemos, una tormenta terminó convirtiendo su cuerpo en forma de montaña.

Por el fondo de la garganta discurre el río Moros que brota en las laderas del pico del Montón de Trigo, en la zona conocida como los Ojos. A pocos metros de su cabecera, sus aguas son represadas primero por el diminuto embalse del Vado de las Cabras y posteriormente por un segundo embalse de mayor tamaño que el primero, llamado del Tejo. Tras realizar un recorrido de 9 kms, terminará vertiendo sus aguas al río Eresma, afluente del río Duero.

En la entrada de la garganta, existe una barrera con control de acceso que regula el paso de vehículos, bicicletas y visitantes a ésta. En época estival y fines de semana, este acceso es de pago. Pasado ese control a pocos metros, nos encontramos con el área recreativa de la Panera, complejo de ocio compuesto por piscinas naturales, zona de barbacoas, área de picnic, bar e instalaciones deportivas.

Todo el valle del río Moros, está incluido en la reserva de la Biosfera del Real sitio de San Ildefonso y el Espinar, y sus cumbres están incluidas dentro del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, por ello, adicionalmente, entre el 1 de julio y el 30 de septiembre el acceso a la garganta por encima del área recreativa está restringido y es preciso tramitar un permiso especial y gratuito en el ayuntamiento del Espinar.

La ruta de hoy tiene su inicio en la citada área recreativa de La Panera, pero temiendo que durante el mes de mayo ya se estuviera aplicando el pago por acceso también en los días laborables, habíamos barajado como alternativa poder comenzarla desde la localidad de Ortigosa del Monte, ya que ambas rutas confluyen en el Puerto de Pasapán, y a partir de ese punto comparten el resto de la subida hasta el pico del Oso.

Finalmente, no fue necesario utilizar esta segunda opción, ya que el acceso en días laborables durante este mes, todavía es libre. Según pudimos confirmar posteriormente, ya se está cobrando el acceso todos los fines de semana (9 euros por vehículo) y a partir del mes de junio también se cobrará el acceso los días laborables (8 euros por vehículo). Aquellos que quieran acceder a pie o en bicicleta, tendrán que pagar también, 1,5 euros por persona. Para disponer de información más actualizada consultar aquí la página del área recreativa de La Panera

Tradicionalmente, el uso principal del valle ha sido la explotación forestal y el aprovechamiento ganadero, pero los últimos años ha ido cobrando protagonismo su uso para el rodaje de spots publicitarios, películas y series de televisión, como El Laberinto del Fauno, Pídele cuentas al rey, Marcelino pan y vino, En septiembre, La Llamada, 
El incidente, Élite, El embarcadero, etc. Aquí la lista completa

Hoy, sin ir más lejos, nos hemos encontrado al llegar a la zona de piscinas con una amable señorita que nos ha informado que se estaba llevando a cabo la grabación de unas escenas para una serie de televisión, y nos ha indicado que debíamos dejar el coche en el aparcamiento que hay junto a las piscinas.

Una vez reunidos todos los integrantes que íbamos a participar en la excursión, nos hemos encaminado dirección norte, para cruzar dos pasarelas que salvan el río Moros, y atravesar la carretera de salida del área recreativa, para dirigirnos hacia una puerta de hierro, que da acceso a una pista poco transitada, que en menos de 1 km y apenas de 100 mts de desnivel, nos conecta con el GR-88 que viene en ascenso desde el Puente de la Panera.

A partir de ese punto, seguimos el trazado del GR 88, por el amplio cortafuegos que asciende de forma progresiva por el medio del pinar, el cual en estos primeros kilómetros nos protege con su sombra.

Poco a poco el grupo se va estirando, y cada cual a su ritmo va ascendiendo por el cortafuegos. Superados otros 100 mts de desnivel, nos encontramos con un ramal de pista que sale a nuestra derecha y que se dirige sin perder prácticamente la cota entre 1500 mts y 1650 mts, hacia el fondo del valle, hasta los embalses del Tejo y Vado de las Cabras. Nosotros no abandonamos el cortafuegos y seguimos subiendo por el trazado del GR.

Por lo que he podido leer este cortafuegos sigue el trazado de la antigua cañada real de la Vera de la Sierra, que servía para conectar la zona del Valle del Río Moros a través del Puerto de Pasapán con los pueblos de Ortigosa, La Losa y Revenga por la Cañada Real Leonesa.

Al rebasar un falso llano, el cortafuegos vuelve a tomar una inclinación considerable, y la tierra por la que caminamos, se convierte en pista de hormigón, seguramente para facilitar la tracción de vehículos en situaciones de suelo húmedo.

Una vez superado este tramo, la subida se hace algo menos pronunciada. Realizamos alguna parada para hidratarnos, y al girarnos sobre nuestros pasos, podemos ver el desnivel superado y parte de la cuerda de la Sevillana desde el Puerto de Guadarrama.

Tras otros 20 minutos de caminata, alcanzamos el cerro del Alto del Casetón. Aunque la pista, pasa unos cuantos metros debajo del cerro y sigue ascendiendo, merece la pena detenerse en el mismo unos instantes y disfrutar de las vistas que nos brinda este modesto cerro.

Desde aquí ya podemos divisar el puerto de Pasapán, primer objetivo del día, un poco más allá el pico de Pasapán, y detrás del mismo ya asoma el vértice geodésico del Pico del Oso cota más alta de la ascensión de hoy.

Si dirigimos la vista hacia la derecha, podemos ver el Montón de Trigo con su perfil característico, el collado del Minguete con el cerro del mismo nombre a su derecha, a continuación, peña Bercial, el collado de Marichiva, sobre el mismo se dibuja la cresta de Siete Picos y un a su derecha asoma la Maliciosa, más a la derecha la Peña del Águila y a continuación la Peñota (en medio y aunque no se aprecia desde esta perspectiva está el collado de Cerromalejo).

Una vez reconfortados con esas vistas, proseguimos la marcha, dejando ya atrás los últimos pinos que con su sombra nos venían cobijando del sol que empezaba a apretar. Un poco más adelante nos encontramos una valla en la pista que impide el acceso de vehículos. Tras pasar ésta, el camino se hace más tendido y nos vamos aproximando poco a poco a la parte baja del puerto de Pasapán.

Comienza a aparecer el matorral de altura, fundamentalmente, piorno y enebro rastrero. En la izquierda de la pista, en uno de los recodos del camino, salen dos senderos que, atajando por la ladera, suben directamente al puerto, ahorrándonos un buen puñado de metros de pista. El sendero está bien marcado, y aunque en algunos puntos el matorral prácticamente lo oculta, no llega a perderse por completo.

En unos minutos, estamos en el puerto de Pasapán. Ya son las 12 y pico y toca la parada del Ángelus para reponer fuerzas. Como el grupo viene muy estirado se aprovecha la parada también para el reagrupamiento. Hasta el puerto ya hemos salvado un desnivel de 560 mts.

Desde el lado opuesto del puerto por el que hemos subido, conecta la pista que proviene de la localidad de Ortigosa del Monte, como así se señala en un poste informativo. Junto a la unión de ambas pistas, hay un mojón que nos indica que girando a nuestra derecha y tomando el cordal hacia el pico Pasapán, vamos a entrar dentro de los límites del parque nacional de Guadarrama.

Como no tenía mucho apetito, dejo a mis compañeros en el puerto recuperando fuerzas y prosigo el sendero por las praderas alpinas que hay en el cordal. Me paro a admirar los extraordinarios paisajes que se presentan a ambos lados del cordal. En este punto, en la planicie segoviana, alcanzo a distinguir claramente el palacio de Riofrío.

Desde el camino de ascenso, aprecio que dos senderistas van subiendo por el cordal desde el puerto, y pensando que serían dos compañeros que también se adelantaban al grupo, prosigo el ascenso de forma sosegada y cuando ya estoy prácticamente a medio camino del pico Pasapán y me alcanzan, me percato que son dos personas que debían de estar descansando también en el puerto. Una vez descubierto mi error, decido seguir con ellos hasta el pico Pasapán y esperar al grupo allí. Por lo que pude ver, la parada en el puerto se alargó más de lo previsto.

Ya desde el pico Pasapán, veo que el grupo reanuda la marcha tras la parada, y se va estirando de nuevo según van ascendiendo por el cordal. Mientras espero que el grupo llegue a mi posición, y analizando el tramo de ascenso que nos quedaba desde este punto, no recordaba que una vez alcanzado el pico Pasapán hay que descender unos 50 mts hasta un collado intermedio, antes de encarar la última subida hacia el Oso.

Es de muy de agradecer el viento suave que sopla en el cordal, y nos ayuda a combatir el calor en todo el tramo despejado de ascenso desde el puerto.

Una vez llega el grupo al pico y reincorporado al mismo, bajamos a ese collado y proseguimos la ascensión. En este punto tres compañeros decidieron dar la vuelta y volver hacia el puerto y bajar al área recreativa. El resto del grupo seguimos el ascenso y tras superar otros 100 mts de desnivel, llegamos a la Peña de la Apretura, una especie de hombro con una gran pradera tapizada de color verde que hay que atravesar para encarar los últimos 150 mts de desnivel hasta la peña del Oso. 

Cada uno a su paso, vamos alcanzando el vértice geodésico. En el mismo hay colocadas las figuras de dos osos, uno pequeño y otro más grande, pintados de color marrón (cuando se instalaron eran de color blanco), y que sustituyeron hace más de 20 años a la figura de oso rechoncha de metal que había anteriormente y que todavía guardo en la memoria.

Desde aquí ya tenemos a la vista la Pinareja y la pequeña cresta que unen estas dos cumbres, y más allá podemos apreciar la zona de la granja, alcanzando a distinguir entre otros el cerro Matabueyes, el embalse del Pontón Alto, la Atalaya y el trazado que realiza el río Cambrones. La cumbre ofrece unas magníficas vistas allá donde miremos.

Mientras van llegando el resto de los integrantes del grupo, algunos decidimos asomarnos al valle del rio Moros, intentando localizar el pequeño embalse del Vado de las Cabras, que no es visible desde la cima. Descendiendo hasta uno de los roquedos inferiores, conseguimos localizarlo.

Una vez que hemos hecho cima todo el grupo, y realizadas las fotos de rigor, decidimos buscar un lugar resguardado del aire y realizar la comida, aprovechando las maravillosas vistas que tenemos.

Añadir a todo lo indicado anteriormente, que también se alcanza a ver todo el cordal de Abantos, incluyendo la Salamanca, Cabeza Lijar, cueva Valiente y los collados del Hornillo y de la Mina. Bola del Mundo, Cabezas de Hierro, Peñalara, Puerto de Cotos. Hacia el lado de Segovia también localizamos otros embalses como el de Revenga y el pequeño embalse del río Peces.

El regreso lo realizamos por el mismo camino de subida. En la bajada y debido al calor que se iba haciendo más patente según avanza el día, algunos compañeros empiezan a quedarse sin agua, y comienzan a aparecer calambres en los aductores, síntomas típicos de la falta de hidratación y del esfuerzo realizado en la subida.

José Luis se encarga de estirar y recuperar a los afectados. Solo para que conste como recomendación, en esta
época conviene subir con al menos 3 litros de agua por persona, dado que no hay fuentes ni prácticamente arroyos con agua en los que se pueda hacer acopio de ésta en todo el recorrido.

La subida de vuelta al Pico Pasapán pasa factura a todos, y divide en dos al grupo. Alcanzamos sin mayores contratiempos el puerto, y aprovechamos para esperar y reagruparnos con el segundo grupo. 

La bajada hacia La Panera se realiza de forma rápida, con el aliciente de poder refrescar los sufridos y recalentados pies durante la bajada, en el río Moros. Al final han sido casi más de 1000 mts de subida y bajada y alrededor de 17 kms.

Para completar el día, paramos a tomar el merecido refrigerio en el bar de la asociación San Antonio, que hay junto a las pistas de Tenis de la estación del Espinar.

Por la zona, por las vistas que se aprecian desde la cima y por la excelente compañía, otorgo 5 sicarias a esta ruta.
Karlos Revilla

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