miércoles, 7 de abril de 2021

Excursión 555: Circular a La Peñota desde el Alto del León

FICHA TÉCNICA
Inicio: Alto del León
Final: Alto del León
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 15,1 km
Desnivel [+]: 870 m
Desnivel [--]: 870 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas y agua: 
Ciclable: No
Valoración: 5
Participantes: 31

MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta

















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta















TRACK
Track de la ruta (archivo gpx) 

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH 
* Mapa 3D (archivo kmz)

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RESUMEN
De cómo una urbanita convencida acaba bajando una pista negra rodeada de Senderomagos…… os preguntareis que hago yo aquí, de hecho unos cuantos ya me lo habéis preguntado en persona, pues bien, mi contacto con sendas y caminos comienza a partir de que unos amigos hicieran el Camino de Santiago y crearan el típico grupo de Whatsapp para salir a andar los findes, a raíz de esto, junto con otras coincidencias, viene mi descubrimiento de Wikiloc, lo que en este momento supone una gran adición, y es a través de esta aplicación como comienzo a coincidir en gustos con rutas del GMSMA, a seguir al GMSMA, a morirme de envidia por no ir con el GMSMA y a tomar la decisión de perseguir a Paco, puesto que era el contacto visible, mediante e-mails.

Tras una primera ruta, en Boadilla, muuy larga pero muuy tranquila, donde terminé con la sensación de: ¡Vaya! Qué tranquilo es este grupo…., aparezco el día 7 de abril de 2021, después de perderme en el camino, en el aparcamiento del restaurante Alto del León.

Al llegar yo tarde, el grupo ya había arrancado, pero encontré a Paco esperándome y rápidamente echamos a andar hacia el GR-10, situado al otro lado de la carretera, en dirección a la Peñota. Nada más comenzar nos adentramos en un precioso pinar, todo hacía presagiar que iba a ser un día muy, muy especial…

No tardamos mucho en alcanzar al grupo, y con un precioso día, continuamos andando por la cuerda de los cerros que hacen frontera entre Madrid y Segovia, en dirección noreste, sin perder de vista a nuestra derecha Madrid y sus 5 torres.

Llegamos al Cerro de La Sevillana, es en este punto donde se comienzan a ver restos de las defensas construidas durante la Guerra Civil, en esta ladera, que fue bastante activa, vemos en primer lugar, una construcción que es un barracón rectangular, con muros a media atura y sin techo, aunque veremos algunas más, como el fortín observatorio que encontraremos camuflado entre grandes rocas.

La posición de “La Sevillana” está recogida en el catálogo de fortificaciones llevado a cabo desde el Ayuntamiento de Guadarrama, en su publicación “Tras las huellas de la Guerra” pdf muy interesante que se puede descargar en la web Turismo Guadarrama o pulsando aquí.

Seguimos caminando en el límite entre las dos provincias, subiendo los cerros de Matalafuente, Peña del cuervo y el Cerro del Mostajo, con sus correspondientes collados, y digo en el límite porque yo en ningún momento conseguí saber en qué lado estaba.

Después de una bajada bastante incomoda con mucha piedra suelta, llegamos a las Peñotas, previa foto a la cara de la mujer, para mí egipcia, y a otras formaciones rocosas similares y en conjunto muy curiosas, subimos, no sin esfuerzo, al vértice geodésico de la cumbre más alta de las tres que nos encontramos en esta ruta, situada a 1.944 metros de altura.

A los pies de este vértice se estableció el campamento de avituallamiento para dar cuenta del bocadillo “leonino”, mientras parte del grupo se acercó al tercer pico para completar el “book” fotográfico.

Una vez levantado el campamento y para evitar la vuelta por el sendero de las piedras sueltas, el jefe decide buscar una ruta alternativa, puesto que Paco desaparece por la izquierda y Antonio por la derecha, quedamos a la espera de nuevas instrucciones, en una ladera, sin ningún camino ni senda, os recuerdo que es mi segunda vez, con bastante incertidumbre, y no mucha confianza.

En fila de a uno, comienza una andadura entre grandes rocas y arbustos, yo más bien diría un fuera de pista, emocionante, donde algunos pusimos el culo en el suelo, entre maleza, piedras y agujeros.

En este punto, seguía sin acabar de verlo claro, con el precipicio a la derecha y la jungla de frente, muy amablemente, el senderomago que iba detrás, nos daba clases teóricas de como coger los bastones y nos alentaba con su confianza ciega en el líder.

A estas alturas, yo no daba crédito….. ¿Dónde está el grupito tan tranquilo de Boadilla? ¿Pero, esto que es? Ay! Falta de conocimiento! ¡Mujer de poca fe! Por supuesto que el líder, hizo su trabajo a la perfección, y nos llevo, guiado en la cabeza por Paco que le iba abriendo el camino, sanos y salvos de vuelta al sendero, después de una excitante aventura y con unas vistas inigualables de la Mujer Muerta al fondo.

Al llegar al Collado del Mostajo, para no volver por el mismo sitio, realizamos la vuelta por una preciosa senda, que había descubierto Paco recientemente, que transcurría, casi sin pendiente, por el interior de un precioso pinar y que luego, tras cruzar un cortafuegos y después un arroyo, enlazaba con la senda del Arcipreste, prácticamente paralela al Camino del Agua, en agradable paseo hasta el collado de La Sevillana, donde de nuevo conectamos con el GR-10 para retornar al punto de partida.

Para celebrar el día tan intenso, sorprendente y estupendo, algunos nos tomamos una caña en el restaurante el Alto del León, que también resultó ser una grata sorpresa.

Si tengo que valorar el día, como soy de “Las Últimas”, (sé que el título de “La Nueva” tiene propietaria) no sé cuál es la escala, pero en cualquier caso le pongo la puntuación máxima! Y si además tengo que poner nombre a la ruta, lo tengo claro! NO SIN ANTONIO.
Un placer Senderomagos!!
Paloma Mariscal

FOTO REPORTAJES
* Foto reportaje de José María Pérez

FOTOS
* Fotos de César Rodríguez
* Fotos de Jorge Montero
* Fotos de Paco Nieto

miércoles, 31 de marzo de 2021

Excursión 554: La Tornera y Collado de las Portillas desde Puebla de la Sierra

FICHA TÉCNICA
Inicio: Puebla de la Sierra
Final: Puebla de la Sierra
Tiempo: 6 a 7 horas
Distancia: 15,1 km
Desnivel [+]: 936 m
Desnivel [--]: 936 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas y agua: 
Ciclable: No
Valoración: 4
Participantes: 10

MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta


















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta












TRACK
Track de la ruta (archivo gpx) 

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH 
* Mapa 3D (archivo kmz)

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RESUMEN
Parafraseando a Jaime Gil de Biedma en su De Vita Beata, “en un pueblo” de la Sierra Norte de Madrid, en vez de en el mar que dijo el poeta, “poseer una casa y poca hacienda y memoria ninguna. No leer, no sufrir, no escribir, no pagar cuentas y vivir como un noble arruinado entre las ruinas de mi inteligencia”. Así me gustaría vivir en esta zona alejada de Madrid pero cerca del paraíso.

Con esta pretensión de acercarnos al paraíso, unos cuantos senderomagos y el perro Twitter, acudimos a la cita de Antonio en pos de tan noble empresa.

Traíamos como objetivos subir al Pico de La Tornera, Pico de la Centenera y deleitarnos al final con unos magníficos quesos artesanales que producen en una cooperativa local “Los Apisquillos” donde tengo a un familiar que decidió hace años junto con unos amigos retirarse a una vida rural distinta a la que tenemos la mayoría.

Si tengo que destacar las tres características de esta excursión son, primero la espectacularidad del paisaje, abrupto, virgen donde la vista se pierde en un mar infinito de montañas sin atisbar apenas vestigios de civilización. Donde los oídos se complacen en el silencio absoluto, solo interrumpido por el que produce la propia naturaleza con el viento, arroyos y animales. Sin escuchar el runrún de la civilización humana que inevitablemente se escucha por otras zonas de la sierra madrileña. Por todo ello pienso que estamos en una antesala del paraíso.

La segunda característica es que, para alcanzar ese paraíso, no queda más remedio que sufrir con subida y más subida. Al final computamos unos 900 metros en un recorrido de unos 15 km.

Y la tercera característica es la de ver cómo se nos chafa ese intento de lograr la gloria del paraíso al ponernos los pies en la tierra o mejor dicho el culo, por las numerosas caídas que tuvo el grupo de las que creo pocos se libraron. Toda la zona de la cuerda es una continua cresta de bloques de pizarra y piedra suelta, aspecto que endureció la marcha y que no hizo abandonar las pretensiones iniciales de recorrido.

Una vez hecho el resumen, el lector es libre de abandonar la lectura porque pasaré a detallar la ruta, algo que personalmente siempre pienso es inútil. No sé quien podrá hacer caso de estas indicaciones verbales sin acabar perdido y sin olvidarse a los diez segundos de la nomenclatura usada. Pero como es costumbre el hacerlo, estamos en semana de penitencia y además hemos fracasado en llegar al paraíso no me queda más remedio que describirla.

Los primeros cuatro kilómetros y medio acaparan casi todo el desnivel acumulado con unos setecientos metros de subida continua desde Puebla de la Sierra hasta el primer objetivo del día, Pico de la Tornera con 1865m de altura.

Empezamos por la ladera oeste del pueblo a través de un agradable robledal, atravesando tramos de jara pringosa, donde alguna víbora se interpuso en nuestro camino para premonitoriamente avisarnos de nuestra condición pecadora.

Alcanzamos en poco menos de una hora una pista, donde ya el paisaje se despejó de vegetación, curiosamente llamado La Torrecilla que no tiene nada que ver con el Cerro de la Torrecilla (ver excursión 463 del GMSMA por Alpedrete de la Sierra), y que sirve de antesala de subida a este pico. Si otro día nos decantamos por subir a La Centenera como hoy pretendíamos, una opción puede ser subir entonces por el más conocido Cerro de La Torrecilla mencionado.

Continuamos por pista en exigente subida hasta Cabeza Minga, donde paramos a realizar el Ángelus casi a la una como si todavía no nos hubiéramos adaptado al cambio horario. Departimos sobre vivencias pasadas del grupo mientras con la vista vamos distinguiendo en la cuerda la cima a la que todavía nos queda subir otros doscientos metros.

Puestos en marcha alcanzamos la cuerda desde donde las vistas son ya espectaculares hacia la sierra de Guadalajara y las más conocidas para nosotros de Somosierra y Guadarrama.

A partir de este punto de la cresta empiezan a aparecer los mares de pizarra suelta en subida hacia La Tornera. Vamos deleitándonos con las vistas a nuestra izquierda de la Cabeza del Viejo, Colmenar de la Sierra y resto de la sierra de Guadalajara.

Proseguimos por el lado madrileño de la cuerda, dispuestos a no saltarnos el cierre perimetral entre CCAA y a no hacer el cabra por la cima, pero que no nos evita el hacerlo por la ladera, ya que está inundado de pizarra en arista vista y suelta, que provoca las primeras caídas del día afortunadamente sin consecuencias mayores.

Por el camino aparecen los primeros narcisos de los prados, que con sus flores amarillas nos anuncian la llegada de la primavera, que los robles de la zona se resisten todavía a mostrar.

Dada la dificultad de avance y que la hora se nos echaba encima, decidimos abandonar el segundo objetivo del día de subir a La Centenera y en el Collado de las Portillas emprendemos el abrupto descenso por la Garganta del Portillo, hasta alguna de las pistas forestales que conducen al pueblo. Por el camino o mejor dicho por el campo a través, algunos de nuevo toman contacto, nunca mejor dicho, con la realidad terrenal yéndose al suelo por lo empinado y deslizante que está el terreno con arena suelta.

Continuamos unos tres kilómetros por la pista que nos llevaría hacia la zona de La Torrecilla por donde empezamos a subir, pero que por no repetir camino y ahorrarnos algún kilómetro se decide bajar al Arroyo Valluengo y posterior subida a la loma de Cui La Lagunilla, por una trocha que oculta una conducción de agua para el pueblo.

Una vez alcanzada esta loma, se atisba finalmente el pueblo al que llegamos por cómoda pista con refrescante chapuzón en pilón para el perro y aperitivo cultural escultórico, antes de las cervezas, por el Valle de los Sueños justo en la entrada del pueblo para todos los senderomagos.

Finalmente la hija de mi prima no pudo atendernos para despacharnos el ansiado queso de cabra que producen, por estar liada en los corrales y el grupo se queda sin lograr otro de los objetivos del día. 

Dejo en mis fotos el cartel que tienen en la entrada por si en otro futuro intento de acercarse al paraíso algún senderomago quiere redimir sus penas por aquí.

Por todos estos intentos aunque loables pero fallidos en nuestra búsqueda de la gloria y el paraíso no puedo dar la máxima calificación a esta ruta pero como se me ve el plumero en lo que me gusta la zona y siendo generoso daré cuatro sicarias a la excursión de hoy.
César Rodríguez Bachiller

FOTOS
* Fotos de César Rodríguez
* Fotos de Jorge Montero

miércoles, 24 de marzo de 2021

Excursión 553: La Solana y Canto Hastial desde Moralzarzal

FICHA TÉCNICA
Inicio: Moralzarzal
Final: Moralzarzal
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 17,4 km
Desnivel [+]: 655 m
Desnivel [--]: 655 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas y agua: 
Ciclable: No
Valoración: 4
Participantes: 32

MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta

















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta












TRACK
Track de la ruta (archivo gpx) 

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH 
* Mapa 3D (archivo kmz)

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RESUMEN
Tengo que empezar diciendo que amaneció un día espectacular, sin una nube en el cielo, con una temperatura fantástica, ideal para caminar.

Siempre me da mucha alegría reencontrarme con este grupo de senderistas que cada miércoles vamos a por todas, a esforzarnos físicamente y a pasar un buen rato, aunque este puñetero virus nos impide darnos un abrazo.

Confío y espero que poco a poco el bicho se muera y todos podamos vivir con más confianza y alegría de cara al futuro.

El punto de encuentro para la excursión fue en el pueblo de Moralzarzal, su nombre proviene de la unión de dos pueblos vecinos, Fuente del Moral y Zarzal, a mediados del siglo XIV. Moralzarzal es un municipio madrileño que está situado al pie de los cordeles de la sierra de Guadarrama.

Su término municipal, con 42,6 km², tiene un trazado muy irregular. Esto hace que comparta frontera con otros muchos municipios de la zona y, a la vez, que sea uno de los de mayor extensión de los que le rodean.

Está situado a 979 metros de altitud, pero rodeado de alturas importantes. Destaca, al oeste, Peña Albú, con 1302 metros; al noroeste, Cabeza Mediana o Cerro Cañal, con 1331 metros; y al sur, La Solana, con 1284 metros; Canto Hastial, con 1376 metros; Cerro Lechuza, con 1127 metros; y El Estepar, con 1402 metros.

Empezamos la ruta a las 10:30 de la mañana, desde el polideportivo y pasamos por un camping, llegamos a una zona muy boscosa con muchas jaras y pinos y comenzamos el ascenso.

El terreno era bastante abrupto, no había ninguna senda o camino, pero como siempre Antonio con su GPS nos fue guiando y subiendo hacia el cerro de la Solana con 1284 metros de altitud desde donde pudimos ver un paisaje muy parecido a la Pedriza, con piedras y peñascos singulares por todos los lados.

Conforme íbamos llegando al Cancho Hastial, con 1376 metros, empezamos a oír detonaciones y tiros que provenían del campo de tiro de Hoyo de Manzanares. Voy a añadir una información respecto al campo de tiro que yo personalmente lo desconocía y creo que os puede interesar

El Campo de tiro y maniobras de El Palancar está situado en el noreste del municipio de Hoyo de Manzanares, lindando por el sur y por el oeste con la Academia de Ingenieros del Ejército.

Se formó mediante la adquisición de varias fincas, que fueron expropiadas entre 1948 y 1959, añadiéndose posteriormente otras, hasta alcanzar una extensión de 2.183 hectáreas. Además de Hoyo de Manzanares, abarca terrenos en los términos municipales Moralzarzal, El Boalo - Cerceda - Mataelpino y Becerril de la Sierra.

Debido a albergar las mencionadas actividades castrenses está sometido a estrictos controles medioambientales para contrarrestar su efecto. En el libro La Sierra de Hoyo de Manzanares: el campo militar de adiestramiento de El Palancar y sus condiciones ambientales, obra de Jesús Tornero Gómez, se detalla exhaustivamente las condiciones en que se desarrollan las actividades de las Fuerzas Armadas junto con las medidas tomadas dentro de las instalaciones militares para minimizar el impacto medioambiental, sustentados en el principio básico de desarrollo sostenible.

El Consejo de Ministros declaró el 21 de junio de 2019 a El Palancar zona de interés para la Defensa Nacional con el objetivo de la salvaguardia de los intereses de la Defensa Nacional, asegurando la seguridad y eficacia de sus organizaciones e instalaciones Dentro de él se encuentran dos importantes muestras del patrimonio cultural Hóyense: el Yacimiento arqueológico de El Palancar y la Torre de la Torrecilla.

Seguimos ascendiendo por la senda Piqueras y allí paramos a descansar, tomar un refrigerio y contemplar el paisaje que era espectacular.

Nuestra tranquilidad se vio interrumpida porque dos de nuestras mascotas (Twitter y Tilo, dos machos sin castrar) se enfadaron, todavía no sabemos el porqué, pero llegaron a las manos y dientes….., por suerte no paso nada grave, salvo algunos rasguños y dentelladas varias y leves.

Al cabo de unos minutos y un poco más descansados continuamos la ruta hacia el Mirador Casa Peña Liendre, que está a 1210 metros, bajando con más ánimo, porque ya nos iba quedando menos para llegar al Mirador y por tanto descansar un poco más.

En el Mirador Casa Peña Liendre hicimos el parón para almorzar y contemplar las vistas que eran espectaculares se podía ver muchos pueblos de la sierra, Becerril de la Sierra, El Boalo-Cerceda-Mataelpino, Guadarrama, Collado Villalba, Alpedrete y hasta El Escorial se podía divisar.

Con la pancita llena, continuamos la ruta de vuelta a Moralzarzal, ahora ya solo era bajada, pero algunos tramos estaban bastante resbaladizos, Manuel dio un traspié y se cayó, pero supo caer bien, de ahí que solo se hiciera magulladuras en una mano, yo lo vi por detrás y creía que se había roto algún que otro hueso más, Dios que susto.

Continuamos la bajada, ya un poco más concentrada en el terreno, no sea que yo fuera la siguiente en caer…... Llegamos a pasar por un mini riachuelo que Tilo y Mecha aprovecharon para saciar toda la sed que tenían, que era bastante a juzgar por como lo dejaron, Tilo casi se rebozó en él para refrescarse el gaznate y su linda melena.

La bajada fue rápida porque llegamos a la Senda Piqueras, pasamos por Lancha de los Mochos, a partir de ahí ya fue pan comido, pero también es verdad qué algunos, yo me incluyo, ya estábamos un poco tocados.

Pasamos por un depósito de agua y llegamos a la Urbanización Fontenebro donde los compañeros José María, Ana Chini y Joaquín Sastre decidieron quedarse para terminar lo que quedaba de ruta en un taxi hasta el polideportivo. (Joaquín tuvo una rotura fibrilar en el abductor).

El resto continuamos el paseo por un camino llanito donde había arroyos a ambos lados y casas, llegamos al polideportivo sobre las 5:30 PM.

La excursión al final fueron más kms y desnivel, total 17,4 km y 655 desnivel, yo estoy un poco desentrenada, no sabría cuantas sicarias adjudicarle, pero teniendo en cuenta el terreno, por lo menos 4 le otorgo.
Toñi Esquinas

Después de una larga espera
por fin llegó el equinoccio,
y, por tanto, la primera
excursión de primavera.
Esta jornada de ocio
tuvo su punto inicial
en el polideportivo
de allí, de Moralzarzal,
en un ambiente festivo,
como es lo habitual.

La primera encrucijada
fue una espinosa alambrada
que de una forma elegante
saltamos, como si nada,
para seguir adelante
por ladera nada llana,
sino más bien inhumana,
entre jaral y pinar,
mucha piedra irregular
camino de la Solana,
una pedregosa loma
que entre las demás asoma;
ese fue el lugar en el que
tomamos un tentempié;
fue nuestra primera toma.

Proseguimos la excursión
contentos y bien nutridos,
íbamos tan distraídos
cuando así, de sopetón,
oímos los estampidos:
—¿Qué son esas explosiones
que hacen la tierra temblar?
—No son alucinaciones,
son disparos de cañones
en el campo militar.

Mas no hay nada que prohíba
que ellos jueguen a la guerra,
ni a nosotros ir p'arriba,
pues en nuestra perspectiva
de este lado de la sierra
en lo alto se veía
la que sería ese día
nuestra cumbre principal:
la cima de Canto Hastial
en creciente cercanía.

Y en esta mole de roca
que a Pedriza rememora,
tras la fatiga —no poca—,
paramos un cuarto de hora,
y corazón en la boca
contemplamos una cosa
que a todos nos tuvo en vilo:
la pelea no amistosa,
que de manera rabiosa
tuvieron Twiter y Tilo
luchando por la bebida
como si fuera su vida,
pero más nos asustamos
cuando vimos en sus amos
la cara despavorida;
no hubo sangre y, finalmente,
todo quedó en una riña,
y seguimos nuevamente
andando por la campiña
muy desenfadadamente.

Nuestra etapa posterior
llevaría al mirador
de Peña Liendres, balcón
de excepcional situación
para un buen observador,
donde el bocata tomamos
a la vez que contemplamos
vistas muy emocionantes
de las zonas circundantes;
y tras eso, nos marchamos
con las piernas muy ligeras,
bajando ya de regreso,
y tras unas torrenteras
prosiguió nuestro progreso.
por la senda de Piqueras.
Por fin ya se vislumbraba
una zona urbanizada,
poco a poco se acercaba
la meta tan esperada,
la excursión se terminaba.

—Pues te has orientado mal,
eso no es Moralzarzal,
sino Collado Villalba,
aún no has llegado al final,
y de andar nadie te salva,
todavía marcharás
cinco kilómetros más.
Algunos ya no podían
seguir al grupo detrás,
y en taxi recorrerían,
hasta el polideportivo,
el recorrido final.
El resto del colectivo
llegamos sin excesivo
deterioro personal.
Paco Cantos

FOTO REPORTAJES
* Foto reportaje de José María Pérez

FOTOS
* Fotos de Jorge Montero