miércoles, 23 de noviembre de 2022

Excursión 669: Dehesa de Majadahonda y río Guadarrama

FICHA TÉCNICA
Inicio: Villafranca del Castillo
Final: Villafranca del Castillo
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 14,6 Km 
Desnivel [+]: 238 m 
Desnivel [--]: 238 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas/Agua: No/Sí
Ciclable: Sí
Valoración: 4,5
Participantes: 34

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta




























PERFIL
* Perfil,
alturas y distancias de la ruta













TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

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RESUMEN
El propósito era hacer una ruta lineal desde las cercanías de la urbanización Villafranca del Castillo hasta la carretera M-501, pero lo lluvioso del día y lo presumiblemente embarrado de los caminos hizo pensar a Antonio que era mejor cambiar los planes y hacer una ruta circular, siguiendo la estela de José María, buen conocedor de estos terrenos y, como yo, vecino de Majadahonda.

Así pues, los 34 senderomagos reunidos esa mañana junto a los tubos de la conducción de agua Picadas- Majadahonda iniciamos el camino que transcurre en paralelo a los tubos en dirección a nuestro pueblo.

Subiendo por el citado camino alcanzamos pronto una zona con grúas y maquinaria de obras públicas que se están usando para una ampliación de la depuradora de aguas del Arroyo del Plantío, que da servicio a los pueblos limítrofes.

El paso elevado para las tuberías sobre el citado arroyo es bastante impresionante y permite también, por los bordes, el paso de viandantes e incluso de bicicletas, como sabemos bien los que con frecuencia nos movemos por aquí.

Más adelante, sobre la mano derecha del camino, por donde nos desviamos, se extiende la llamada Dehesa de Majadahonda. Es esta una zona de encinares, pinos, espliego y otras plantas que ocupa una extensión no tan grande, pero que resulta muy agradable para pasear en cualquier época del año.

Por sus caminos, monte arriba, llegamos pronto a una solitaria cruz de granito ubicada en su extremo occidental, en cuya base puede leerse la siguiente inscripción: ANTONIO MARTÍNEZ SANTA-OLALLA, 12-VIII-1909, BURGOS, 8-IX-1936, TORREJÓN DE ARDÓZ. En esta página se puede conocer su historia.

Al amparo de este fúnebre monumento, y como ya estaba cercano el mediodía, descansamos un poco y dimos buena cuenta de nuestro habitual tentempié.

En la ladera de la sierra, no tan lejana, apareció brevemente el arco iris, y pronto dejó de llover y comenzó a abrir el día. Así que, más contentos ahora, reemprendimos la marcha de vuelta hacia el río Guadarrama, ahora por el camino donde se ubica un lujoso picadero de caballos, algunos dicen que es de la familia Botín, desde luego la ciudad del Banco Santander, en Boadilla del Monte, no está tan lejana, así que les pilla a mano.

Al alcanzar ya nuevamente el arroyo de El Plantío y el mismo río Guadarrama no pudimos atravesarlo para ir al otro margen, como hubiéramos querido.

Las lluvias de días anteriores y de la mañana habían recrecido estos cauces, normalmente poco abundantes y fácilmente vadeables, pero esta vez insalvables. El agua tenía ese color característico que le da la arena que arrastra, y a la que debe su nombre el río, pues como es sabido Guadarrama viene del árabe, wad (río o valle) y ramil (arena).

Así pues, tras el correspondiente posado para la foto de grupo, reemprendimos marcha arriba, por un nuevo camino, en dirección a la carretera M-509, que cruzamos por el túnel que se ubica en su antiguo trazado. De aquí, atravesando campos y luego otra carretera, la M-815, enfilamos el bonito barranco de la Vigüela. 

Aquí las botas pesaban ya toneladas por el barro acumulado, así que cada poco era menester parar para limpiarlas un poco y poder seguir la marcha. Ya llevábamos 14 kms recorridos y estábamos cerca de alcanzar nuevamente el río Guadarrama, donde efectivamente, junto a otras tuberías que vienen de Valmayor, dimos buena cuenta de nuestros correspondientes bocatas.

Los coches estaban ya cerca, y hacía ellos continuamos para acabar la marcha donde la iniciamos, cerca de Villafranca del Castillo.

Como aún era pronto y lucía ya el sol casi, todos nos apuntamos a la cervecita de cierre de la ruta en la citada urbanización.

En este caso Antonio propuso y, allí nos dirigimos, el cercano bar del club deportivo de la Universidad Camilo José Cela (UCJC Sport Café), un acogedor chalé de madera en cuya terraza se estaba estupendamente.

En el interior del café los más futboleros podían ir siguiendo en la tele las evoluciones de los futbolistas de Alemania y Japón, saldadas con la sorprendente victoria nipona, 2-1, que dejó luego a Alemania eliminada del Mundial de Qatar 2022.

En resumen, un día mezclado, con lluvia, barro, arroyos y río, pero también con arco iris y sol, sobre un paisaje punteado igualmente de encinas, pinos, grúas y tuberías.

Y para acabar unas buenas cervezas y la compañía de los amigos del GMSMA,… todo ello vale bien las 4,5 sicarias que le otorgamos a esta excursión.
Luis Orgaz

FOTO REPORTAJES

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