martes, 8 de noviembre de 2022

Excursión 664: Selva de Oza

FICHA TÉCNICA
Inicio: Albergue de Selva de Oza
Final: Albergue de Selva de Oza
Tiempo: 1 a 2 horas
Distancia: 3,9 Km 
Desnivel [+]: 154 m 
Desnivel [--]: 154 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas/Agua: No/Sí
Ciclable: Sí
Valoración: 4,5
Participantes: 9

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta



















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta





TRACK

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RESUMEN
Segunda parte del día. Ya habíamos comido. Llovía, pero ¿cómo nos íbamos a ir al hotel? Pues no. Juan propone otra miniruta, y nos vamos encantados.

Dejamos el coche en el aparcamiento del Camping de la Selva de Oza. Y bien protegidos con las capas de lluvia, emprendemos la ruta por la pista de Espata. A ambos lados del camino, los bosques son frondosos, con algunos ejemplares de abetos increíbles, con las piedras verdes de musgo acolchado.

A unos 500 metros hay una desviación a la izquierda que indica Corona de Muertos y hacia allí nos dirigimos, atravesamos dos pequeños puentes de madera, y una pequeña subidita resbalosa nos deja en este paraje peculiar. El ambiente lluvioso, y la soledad del lugar, le da un toque mágico.

La Corona de los Muertos es un yacimiento arqueológico formado por círculos de piedras de diferentes tamaños y de diámetro variable. Se construyeron desde el final del Neolítico hasta la primera edad del Hierro (3.000 a.c -500 a-C).

Fueron considerados como monumentos funerarios, pero estudios más recientes han apuntado a que podían ser zócalos de cabañas construidas con maderas y pieles y que servirían de vivienda.

Se han encontrado herramientas de sílex, puntas de flechas, raspadores, perforadores, así como armas y otros materiales de hierro de cronología medieval.

La elección del lugar no pudo ser más idónea, con agua asegurada y bosques donde conseguir su sustento.

Volvemos a la pista principal. Hay un banco de madera y Juan toma posesión del mismo para deleitarse con los paisajes, aunque casi no se le ve con esa “capa naranja fosforito”, nos quiere dar envidia y nos regala una sonrisa. Poquito a poco nos vamos adentrando por el bosque ganando altura de forma suave. 

Hay un cartel informativo hacia El Castillo d’Acher y Camino Viejo Puente Sil. Hacemos pequeños atajos, aunque hay que tener un poquito de cuidado en la bajada por las hojas húmedas. Tomamos una senda mas pequeña y llegamos a un puente sobre un pequeño riachuelo, el Barranco de Espata. Los troncos están preciosos. Aquí empieza nuestra vuelta.

El Camino de los Ganchos va dando paso a amplias explanadas, y al fondo entre nubes nuestras queridas montañas. Pasamos por una zona de tirolinas, que deben de ser divertidísimas.

Llegamos de nuevo al albergue y camping de Selva de Oza y se acabó el paseo.

Ha sido una mini-excursión, pero con un encanto especial. Lo he repetido varias veces pero la Selva de Oza es preciosa. Este Valle es uno de mis preferidos del Pirineo. Volveré. Además tengo que encontrar “a mi pastor” (una pequeña bromita).

Nota: El 22 de Junio del 2014 tuve el atrevimiento de apuntarme con la organización para realizar la Senda Camille.

Su nombre es un homenaje al que fue el último oso pirenaico que vivió en la cordillera, sus rastros desaparecieron en 2010, tenia más de 25 años, y su hábitat fue el valle francés del Bearn, el valle navarro de Roncal y los valles de Ansó y Hecho en Aragón. Es una travesía circular por el Parque Natural de los Valles Occidentales y el Parc National des Pyrénés. Se puede realizar en 6 etapas, y hay alternativas.

Mi primera etapa comenzó en este lugar, en el camping de la Selva de Oza. Íbamos pernoctando en refugios. Los paisajes eran únicos. Las cimas, los ibones… sobrecogían. Subí al Bisaurin, al Petrechema. 

No me acuerdo de muchas cosas, iba preocupada, dudaba en ser capaz de terminarla. Al final la termine, y la satisfacción fue tremenda. Baxerri, el guía, fue estupendo, muy callado, pero trasmitía seguridad. ¡¡Qué importante es tener una persona en la que confiar!!, te aumenta la autoestima, te creces, y te hace sentir que “poder, si que puedes”. Hoy la disfrutaría muchísimo más.

En este viaje hemos contado con un guía excepcional. Gracias Juan. Le otorgo 4,5 a esta ruta que tantos recuerdos me ha traído, muy cortita, aunque el paisaje es precioso.
Flor Valverde

FOTOS

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