jueves, 9 de mayo de 2024

Excursión 776: Parque Nacional de Theth. El Ojo Azul. Albania

FICHA TÉCNICA
Inicio: Parque Nacional de Theth 
Final: Parque Nacional de Theth
Tiempo: 3 a 4 horas
Distancia: 5,2 Km 
Desnivel [+]: 336 m 
Desnivel [--]: 336 m
Tipo: Ida y vuelta
Dificultad: Baja
Pozas/Agua: Sí/Sí
Ciclable: No
Valoración: 5
Participantes: 19+16

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta

















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

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RESUMEN
El cuarto día de nuestro recorrido por Albania, llegamos al Parque Nacional de Theth, que toma su nombre del río Theth, que lo atraviesa. El parque forma parte de los Alpes Dináricos.

Allí, nos alojamos en el pueblo de Theth, que antiguamente contaba con unas doscientas casas que años atrás fueron abandonadas y que actualmente se están reconstruyendo o se están concediendo licencias para construir nuevas, donde se encontraban las antiguas.

Cuando llegamos al Parque, considerando la previsión meteorológica, que anunciaba lluvia, nuestras guías, Bea y Elda, sugirieron dividir la ruta prevista para el día siguiente en dos partes, de manera que un día se realizó una parte de la misma, hasta la cascada de Grunas y, el siguiente, que estaba previsto en el programa realizar la ruta completa, realizamos la mitad restante hasta el Ojo Azul (Blue Eye) de Theth, ello a fin de evitar mojarnos o hacerlo lo mínimo posible. Todos accedimos.

De esta forma el quinto día de nuestra estancia en Albania, realizamos la ruta que nos llevó al Ojo azul, con una distancia de unos 5 kilómetros y unos 300 metros de desnivel.

Como decía, la previsión era de sol y nubes a primera hora de la mañana y a partir de las 12,00 horas, lluvia intensa e ininterrumpida. Llovió toda la noche y cuando nos levantamos y fuimos a desayunar, llovía con ganas, los senderomagos, nos pusimos en lo peor y nos pertrechamos de impermeables, capas y paraguas; cuando salimos del pueblo, seguía lloviendo, pero milagrosamente cuando llegamos al inicio de la ruta y bajamos de los vehículos, había parado la lluvia y pudimos disfrutar durante todo el día, de buena temperatura y ambiente despejado. Tenemos que dar las gracias a Antonio, que según he podido saber, había comprado a San Pedro, la jornada despejada y con muy buena temperatura, para nuestro disfrute.

A la hora prevista, salimos del pueblo de Theth, cuatro en Jeep y el resto en una furgoneta, dispuestos a realizar la ruta del Ojo Azul.

Desde el pueblo, seguimos la carretera paralela al curso del río hasta encontrar una señal que nos indicó que debíamos cruzarlo para llegar al Ojo Azul. Si siguiéramos recto el camino nos llevaría hasta la cascada de Grunas, precioso lugar de Theth, donde estuvimos ayer.

El paisaje que se observa desde la furgoneta en la que viajo es imponente, las altas montañas, cubiertas de bruma nos rodean y el río que discurre paralelo a la carretera lo hace con fuerza y velocidad. En la carretera adelantamos a pequeños grupos de senderistas que caminando, se dirigen al inicio de sus respectivas rutas.

Desde la furgoneta pudimos observar un rio de piedra formado por acumulaciones de rocas de distinto tamaño, que al parecer ocupa el antiguo cauce de un río, producto de la erosión y las glaciaciones.

Pasados unos pocos minutos descendimos de los vehículos cerca de la llamada Casa del Abuelo donde existe un restaurante, en el pueblo de Nderlysaj, cerca del puente que cruza el río Salah.

El rio Salah, es el río Thettc, denominado en ese tramo Salah, por los pobladores de la zona.

En este punto, iniciamos la ruta, si bien previo a su comienzo, nuestra guía, Elda, nos dio instrucciones muy concretas para que no fuéramos solos por la ruta, ante el temor de que alguno se perdiera.

Comenzamos la caminata y atravesamos el río por el puente de madera existente en el lugar y ante nuestros ojos aparece una gran piscina natural de colores intensamente verdes y azules. Junto a ella un sendero se interna entre las montañas que nos dirige a la cascada Blue Eye (Syri i Kalter en albanés). Sus aguas tienen la apariencia de estar muy frías.

El paisaje en este punto es peculiar, ya que los Balcanes se alzan grandiosos, nevados en sus cumbres y en algunos puntos la bruma llega hasta media montaña.

El sendero de piedra por el que avanzamos en ligera subida, es atravesado cada poco por regueros de agua, sorprendentemente transparentes, hasta llegar a otro puente de madera, que cruzamos para seguir caminando por el sendero.

Seguimos ascendiendo por el sendero de piedra y a nuestra margen izquierda, discurre el río Salah, caudaloso y con fuerza, formando pequeñas cascadas en las piedras y obstáculos que encuentra en su camino, hasta llegar a un remanso en el río, que forma unas piscinas naturales, donde al parecer en verano, se bañan turistas y locales y, desde donde se pueden observar las grandes montañas albanesas.

El lugar es de una gran belleza y la lluvia que cayó durante la noche y la mañana, forma sobre las hojas de las plantas pequeñas gotas, que brillan como piedras preciosas, bajo la luz del sol.

Continuamos nuestra caminata y, como bien dijo algún senderemago, el paisaje es tan bonito hacia adelante como hacia atrás. Hacia atrás podemos observar los magníficos Alpes Albaneses, cubiertos de nubes en sus cimas y hacia adelante, caminamos entre hayas de hojas minúsculas y, en ese punto pudimos observar una pequeña cascada.

Tras una ligera bajada, llegamos a un puente de madera, por el que atravesamos el río Salah, que en este lugar discurre tan transparente que las piedras del fondo se ven perfectamente y el color del río abarca toda la gama de azules, dando la impresión de estar ante un espejo.

El grupo de senderistas, que hasta ahora no ha sufrido percance alguno y que se mantiene unido, llegamos a un puente construido con tablones, por el que accedemos a un remanso del río.

Este remanso alimentado por una cascada es de aguas trasparentes y azules. En el lugar se encuentran senderistas de otros grupos, algunos a pesar del fresco de la mañana se están bañando.

Nuestro grupo, después de admirar la belleza del lugar y hacer fotografías, aprovechamos para tomar el ángelus y como no podía ser de otra forma, nuestras compañeras Pepa y Mariola no dudaron en darse un estupendo baño.

La cascada que cae sobre el pozo del Ojo Azul, vierte las aguas que proceden del deshielo de las montañas. Los colores parecen imposibles, pero son reales. El Ojo Azul, es un manantial natural conocido por sus aguas increíblemente claras y vibrantes de color azul.

La fuente de agua se origina en una cueva subterránea y fluye hacia el exterior a través de un pequeño cañón de piedra caliza. El Ojo Azul es una pequeña piscina circular situada en un entorno pintoresco, rodeada de montañas y bosques, lo que contribuye a su atractivo como atracción natural

El paisaje circundante añade belleza, con exuberante vegetación y el terreno escarpado de los Alpes Albaneses. En el lugar, las piedras y los trocos de los árboles están cubiertos de musgo y en las rocas que sobresalen de las aguas del río han crecido pequeños jardines, con variedad de plantas de intensos verdes que parecen plantados a propósito por el hombre.

El Ojo Azul, además de ser una maravilla natural, tiene un significado cultural. Es un lugar donde tanto los lugareños como los visitantes pueden apreciar la belleza de los paisajes naturales de Albania.

Después de descansar y admirar el hermoso Ojo Azul, volvimos sin ninguna incidencia reseñable sobre nuestros pasos, hasta llegar al bar existente en el inicio de la ruta, donde, en su terraza, pudimos tomar unas cervezas y algún bocado.

En ese lugar, dimos por finalizada la excursión y fuimos recogidos por la furgoneta y el jeep, si bien, el conductor del jeep, al parecer dio algún pequeño sobresalto a los senderistas ocupantes del mismo, al bromear con ellos sobre las posibilidades técnicas del vehículo.

Estupenda excursión, buena ruta, perfectamente guiada y con muy buen tiempo. La compañía como siempre excelente, debiendo agradecer a Sol, su colaboración con esta cronista al fotografiar cada rincón por el que pasamos para que pudiera orientarme en el relato y a Fran, por el entrañable vídeo que hizo de la zona y que aunque sé que se añadirá al bloc del grupo, dejo aquí su enlace para quien quiera acceder, por lo que la jornada a mi parecer se merece 5 sacarías, bien ganadas.
Sagrario Martín Gil

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