martes, 8 de octubre de 2024

Excursión 807: Sierra de Bernia por el Forat

FICHA TÉCNICA
Inicio: Bernia. Alicante 
Final: Bernia. Alicante
Tiempo: 4 a 5 horas
Distancia: 10,7 Km 
Desnivel [+]: 744 m 
Desnivel [--]: 744 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media/Alta
Pozas/Agua: No/No
Ciclable: No
Valoración: 5
Participantes: 30

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta



















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta













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RESUMEN
Con un día esplendido, algo fresquito al principio, acometimos la quinta ruta del grupo por tierras alicantinas.

Quedamos en Casas de Bernia, un conjunto de caseríos, pedanía de Xaló, situadas al norte de la Sierra, a las que se llega desde Benissa, por una sinuosa carretera que pasa por la pedanía de Pinos.

Conocida como la sierra de los bandoleros, porque durante el siglo XIX, era habitual la presencia de bandoleros en la Marina Alta, que se dedicaban a asaltar los transportes y atemorizar a la población, utilizando la sierra como refugio, dada su agreste orografía.

Bèrnia es la frontera natural entre las comarcas de la Marina Baixa y la Marina Alta. Las espectaculares rutas de senderismo que se pueden realizar alrededor de ella, son sin duda unas de las más bonitas, interesantes y con mejores vistas de la geografía alicantina.

La Sierra de Bernia es un conjunto montañoso perteneciente a la Cordillera Prebélica. Tiene una extensión de unos 11 km de oeste a este, perpendicular a la costa mediterránea.

Como curiosidad, el Passet, un espectacular collado, situado en el extremo sureste de la Sierra, tiene la particularidad de que por él pasa el Meridiano de Greenwich.

Desde el aparcamiento se tiene una magnífica panorámica de la Sierra al completo, desde la que se aprecia que está ligeramente partida en dos por el collado del Portixol.

Tras hacer la foto de grupo, iniciamos la ruta por camino ancho y sin apenas desnivel, siguiendo el PR-CV7, hasta alcanzar la Font de Bernia, preciosa fuente en un rinconcito idílico.

El PR deja la cómoda pista desviándonos a la derecha por unas escaleras que dan paso a un estrecho sendero que rápidamente gana altura y vistas del valle y la costa.

Al fondo se divisa la imponente silueta de Cabo de la Nao, y más cerca varios picos llamados Tossal, con diferentes apellidos. El más picudo, el Tossalet del Castellet.

Superarnos dos zonas con pequeñas trepadas, siempre al pie de las impresionantes paredes verticales de la cresta de Bernia. Pasamos junto a abrigos rocosos que en tiempos fueron refugio de ganado y, un poco más arriba, llegamos a uno, con cueva incluida, donde nos afanamos en hacer fotos aprovechando el marco de fondo que nos brindaba su gran apertura.

A pocos metros alcanzamos el gran muro norte de la Sierra, que parece infranqueable, pero la naturaleza ha querido facilitar el paso abriendo El Forat (Agujero), un túnel de formación kárstica, que gracias a la disolución de la roca caliza por efecto del agua, ha creado de forma natural este pasadizo, de unos 20 metros de longitud, que nos permite cruzar de una vertiente a otra la Sierra.

Como conejos, nos fuimos introduciendo uno a uno por el estrecho paso, sobre todo al inicio, por el que tenemos que gatear o ir en cuclillas y sin las mochilas a la espalda, en parte de su recorrido, dada la escasa altura que posee.

Salimos al lado sur de la sierra, por una amplia bóveda y excepcional balcón, donde el azul del Mediterráneo y la amplitud de sus vista nos hace pensar que merece la pena todo esfuerzo para llegar aquí y poder contemplar tan maravillo lugar.

De siempre ha sido utilizado por pastores para cambiar de vertiente el ganado, buscando el frescor de los pastos de la cara norte, mucho más húmeda. Desde este lado, el túnel por el que hemos venido parece la boca de una serpiente.

Mientras tomábamos algo, nos extasiamos con las sorprendentes vistas que desde esta cueva se tiene de la Bahía de Altea y los perfiles de la Serra Gelada y, más a la derecha, el Puig Campana y la Sierra de Aitana.

Tras las múltiples fotos de rigor, continuamos por la derecha el sendero PR-CV7 que con ligera pendiente recorre, hacia el oeste, la base de los farallones de la cresta de la Sierra de Bernia.

No andamos mucho cuando alcanzamos la indicación del sendero que sube al Abrigo de la Peña de la Ermita del Vicari, con pinturas rupestres del Neolítico, con paneles didácticos y mirador, enclave en el que nuestros antepasados, hace más de 5.000 años, plasmaron en sus paredes pinturas con formas antropomorfas, trazos con puntos, triángulos, soles y signos, que lamentablemente están muy deteriorados por estar a la intemperie. En este vídeo podemos contemplarlo. Por abajo se adivina la ermita que le da nombre.

El sendero pasa por el Cantalar de la Tia Betriu, una de las pedreras al que sigue un caos de rocas, solo varios grupos de encinas suavizan el agreste paisaje, eso sí, siempre con estupendas panorámicas hacia el mar y las montañas colindantes.

Pasados algo menos de dos kilómetros desde el Forat, alcanzamos el Cantalar del Rellonge, otra pedrera, en la que el grupo se dividió en dos. Uno seguiría bordeando la loma hasta alcanzar el Fuerte de Bernia, el otro, compuesto por ocho intrépidos, subieron por la escarpada cresta, desde el collado del Portixot, una exigente travesía que tiene pinceladas de lo más parecido a la escalada.

Aunque no es un recorrido con excesiva dificultad técnica, no es recomendable para los no habituados a trepar y destrepar riscos, aunque en la mayoría de los pasos más complicados y expuestos se cuenta con la ayuda de cadenas ó cuerdas, que al final permite alcanzar el vértice geodésico de Bernia, situado a 1126 metros de altura tras superar pasos aéreos y paredes verticales por las que al principio parece imposible trepar.

Desde aquí se tienen imponentes vista, al este del Peñón de Ifach y Calpe, al sur de la Bahía de Altea, Sierra Gelada (Helada), Benidorm, Playa de San Juan, Cabo de Santa Pola, en días claros y con buena agudeza visual, siguiendo la costa hasta del Cabo de Palos. Cerrando el marco, al suroeste, el Puig Campana y al oeste, el Macizo de Aitana.

La bajada pasa por un emocionante paso con cadena y desciende por una larga pedrera hasta llegar al Fuerte de Bernia, coincidiendo desde aquí las dos alternativas de la ruta de hoy.

El Fuerte de Bernia
es una construcción militar renacentista erigida por orden del rey Felipe II en el año 1562 para defender las costas de los ataques otomanos situada al pie de la impresionante cresta calcárea.

Por una parte, pretendía tener un importante papel disuasorio frente a las posibles revueltas de la población morisca de la época. Además, se utilizaba como defensa frente a los ataques de piratas berberiscos, habituales en la época.

Es por eso que, cuando en el año 1609 se decreta la expulsión de los moriscos, el Fuerte de Bèrnia pierde su principal utilidad. Así, en 1613, la fortaleza se desmantela por orden de Felipe III.

A nosotros sus ruinosos habitáculos nos sirvieron de refugio con sombra para dar cuenta de los bocadillos mientras esperábamos a los que subieron por la cresta.

Al verlos bajar, reemprendimos la marcha, dirigiéndonos al Collado de Xaló, o de L'Orenga, estratégico paso que da acceso, nuevamente, a la vertiente norte de la sierra. 

Desde aquí, es todo bajada, dejando un escarpado barranco a nuestra izquierda, hasta llegar de vuelta a las bucólicas Casas de Bernia, tras conectar el bonito sendero con una ancha pista.

Al fondo, divisamos las poblaciones de Tàrbena y Bolulla. Más cerca el Planiol, Alto de l'Aspre y el Morro de l'Aspre.

Celebramos el exitoso final de ruta en la terraza del bar-restaurante Sierra de Bernia, de impresionantes vistas hacia esta Sierra, que sin ser de las más altas de Alicante, ofrece sin embargo muchos alicientes y estupendas panorámicas a uno y otro lado de su arriscada cresta y que bien merece un 5.
Paco Nieto

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