sábado, 24 de junio de 2023

Excursión 714: Ibón de Estanés y Cascada de Espelungère

FICHA TÉCNICA
Inicio: Aparcamiento de Sansanet 
Final: Aparcamiento de Sansanet
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 12,5 Km 
Desnivel [+]: 706 m 
Desnivel [--]: 706 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas/Agua: Sí/Sí
Ciclable: No
Valoración: 5
Participantes: 10

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta

















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

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RESUMEN
Hoy es nuestro cuarto día de esta aventura por los Pirineos. Para este día teníamos previsto amanecer junto a Ibón Anayet, el de la foto adjunta. Para muchos de nosotros hubiese sido el primer vivac que realizaríamos. Nos habíamos provisto de sacos para el frío, de colchonetas hinchables y un sinfín de cosas que nos había recomendado Juan. Era una experiencia que nos hacía mucha ilusión, un reto para mucho de nosotros, pero como suele pasar muchas veces en esta vida, una cosa es lo que nosotros planificamos y otra muy diferente es lo que podemos hacer. Los primeros días nos había llovido mucho, el suelo está muy embarrado y aunque el corazón nos pidió hacer vivac la razón nos aconsejó suspenderlo.

Así que amanecemos en un hotel con todas las comodidades y un buen desayuno. La ruta de ayer fue muy muy dura, lo que teníamos previsto hacer en dos días practicante lo hicimos en una jornada y eso nos va a marcar para el resto del viaje

Cuatro de nuestros compañeros, que no hacían vivac, están preparados para volver a Madrid, los diez que quedamos estamos preparados para lo que nos proponga Juan. Como no hay mal que por bien no venga, con este cambio de planes hemos ganado un día y podemos hacer la excursión que tuvimos que suspender el miércoles por la lluvia.

La ruta parte del aparcamiento de Sansanet, cerca de Candanchú, situado a la salida de una curva muy cerrada, en una zona boscosa, muy bonita, junto al río La Gave d`Aspe.

Es la segunda vez que venimos a este aparcamiento, el miércoles llovía mucho, hoy vamos a pode disfrutar de este bosque en un día soleado y con visibilidad plena.

Desde aquí parten varías rutas por el Parc National des Pyrénées, señalizadas es postes de madera y carteles amarillos, la nuestra viene indicada como “Lac d’Estaens 1h.30”, estamos en Francia y por eso lo llaman así, pero el ibón realmente está situando en el Pirineo aragonés, en el término municipal de Ansó, en la comarca de la Jacetania y por eso es un Ibón y no un Lac.

Empezamos a caminar, cruzamos un par de pasarelas, el suelo está embarrado, vamos subiendo poco a poco, después de la marcha de ayer, esta nos parece que va a ser muy fácil, aunque tenemos por delante casi 700 metros de desnivel y 12 km.

Nos desviamos a la izquierda para coger el sendero que va al Ibón. La vegetación es muy frondosa, hay flores de todos los colores, los arroyos van bien cargados de agua, se nota lo que ha llovido estos días.

El suelo es una preciosidad, hay mucho musgo en las raíces, también vemos muchas babosas de un tamaño excepcional. Caminar por la sombra es muy agradable, a veces salimos a pradera, el sol calienta pero te permite ver todas las montañas que tanto nos enamoran, Juan nos va diciendo los nombres de los picos, es increíble cómo se lo sabe todo, yo no consigo retener gran cosa, pero me encanta ver el paisaje.

Entramos y salimos del bosque en varias ocasiones, son dos paisajes muy diferentes. Como es sábado nos cruzamos con más gente de la habitual. Un niño le dice a su padre “hace media hora que me dijiste que quedaba media hora para llegar al ibón” me hace gracia.

Seguimos caminando hasta que llegamos al Ibón de Estanés y nos hacemos fotos y lo contemplamos y lo comparamos con el que vimos ayer y a unos les gusta más aquel y a otros éste, da igual, los dos son preciosos y con un paisaje que uno siempre se alegra de ver.

Ahora tenemos un rato libre para el tentempié del Ángelus, baño, mojarse los pies o mirar el paisaje.

Volvemos a caminar y subimos un pequeño collado, miramos el paisaje y Juan dice que tenemos que torcer a la derecha, yo creo que está de broma, no veo ningún camino y parece un precipicio.

No es una broma, está el camino de Espelunguère sin mucha dificultad técnica pero muy aéreo, volvemos a entrar en Francia. Tenemos que bajar por una escalera y seguimos bajando.

Las vistas son espectaculares, pero lo mejor de todo es el jardín vertical de flores silvestres que tenemos en la pared, no sabemos donde mirar, los que saben de flores están muy agitados diciendo un nombre tras otro, de vez en cuando tenemos que dejar de pasar a la gente, el camino es estrecho y hacemos atasco.

Al final de la bajada entramos de nuevo en un bosque de hayas, pasamos junto a una cabaña, cerrada a cal y canto, desde donde se inicia un fuerte descenso hacia las praderas de la Saut de la Vache, no nos aburrimos con tanto cambio de registro. En la pradera, hace bastante calor, hoy vamos bien surtidos de agua después de lo mal que lo pasamos ayer.

Nos desviamos a la izquierda, hacia la cascada de Espelungère, nos encontramos con un rebaño muy grande de ovejas que cruzan el puente, los más rezagados pensamos que no vamos a poder pasar, pero poco a poco nos abrimos un hueco y las ovejas se van retirando. 

Llegamos a la sombra y con ella el sonido del río, que es cada vez más fuerte hasta que llegamos a la Cascada. La contemplamos y nos hacemos fotos, es un buen sitio para comer y relajarse con el sonido del agua al caer.

Después de un buen rato de tiempo libre, nos disponemos a volver sobre nuestros pasos, ahora es de subida y llegamos al desvío anterior para continuar haciendo el camino hacia el aparcamiento por el col de Maspétres.

Apenas nos quedan 3 km con alguna subida, tramos de sol con vistas preciosas y tramos en sombra en un bosque que echaremos de menos mucho tiempo.

La valoración de esta ruta es de 5 porque no hay 6.
Fernando Ramos

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